Cada 15 de junio, el mundo detiene su rutina para reflexionar sobre una realidad muchas veces silenciada: el abuso y maltrato en la vejez. La fecha, designada por las Naciones Unidas como el Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez, busca visibilizar una problemática que atraviesa fronteras y vulnera derechos humanos fundamentales.
En Uruguay, la Dirección de Cuidados del Ministerio de Desarrollo Social (MIDES) se suma a esta jornada con un mensaje claro: es urgente que la sociedad tome conciencia de que el abuso hacia las personas mayores sigue ocurriendo. No se trata solo de agresiones físicas; también hay maltrato emocional, abuso financiero, negligencia y otros tipos de violencia más sutiles, pero igualmente dañinas.
“La conciencia colectiva es el primer paso para transformar esta realidad”, señalaron desde el MIDES. En ese sentido, el llamado es a la corresponsabilidad: todos —familias, instituciones, comunidades— tienen un rol que cumplir para garantizar entornos seguros, donde las personas mayores sean respetadas y valoradas.
A través del Sistema Nacional Integrado de Cuidados, el Estado uruguayo promueve un enfoque centrado en las personas, orientado a proteger los derechos y mejorar la calidad de vida de quienes transitan la vejez. Para ello, se despliegan diversos programas que ofrecen apoyo concreto:
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Programa de Apoyo al Cuidado Permanente (PACP): brinda asistencia económica a personas mayores en situación de dependencia severa.
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Teleasistencia en casa: un sistema de apoyo remoto que ofrece contención y respuesta ante emergencias.
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Centros de Día: espacios donde las personas mayores participan en actividades recreativas, culturales y sociales.
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Programa de Asistentes Personales: orientado a fortalecer la autonomía de quienes requieren apoyo para realizar actividades de la vida diaria.
La fecha invita, además, a romper con estereotipos y prejuicios que muchas veces invisibilizan a las personas mayores o las sitúan como sujetos pasivos. En las plazas, en sus hogares, en las calles de cada ciudad, hay miles de historias de vida, sabiduría acumulada y derechos que deben ser protegidos.
Hoy, 15 de junio, es más que un recordatorio: es una oportunidad para asumir un compromiso. Porque cuidar, respetar y escuchar a las personas mayores no es solo un deber social, sino un acto de humanidad.
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