La eventual venta del Frigorífico Tarariras, ha reactivado el debate político y empresarial en Uruguay. La operación forma parte de una transacción mayor entre las compañías brasileñas Marfrig y Minerva, que incluye la venta de tres plantas industriales, una de ellas ubicada en esta localidad coloniense. En este contexto, el grupo inversor indio Allana ha manifestado su interés directo en el negocio y ha enviado representantes al país para reunirse con el presidente electo, Yamandú Orsi.
El negocio, actualmente bajo evaluación, ya había sido objetado por la Comisión de Promoción y Defensa de la Competencia del Ministerio de Economía y Finanzas a fines de 2024. En febrero de este año, Minerva presentó una nueva solicitud, que continúa en trámite.
Desde la oposición, el senador nacionalista Sebastián Da Silva advirtió que, de concretarse la operación, Minerva pasaría a controlar el 40% de la faena nacional, lo que —según sus palabras— “agrava la concentración del mercado y genera muchas preocupaciones en el sector ganadero”, publicó Montevideo Portal.
Da Silva también mantuvo una reunión con representantes de Allana, a quienes expresó que Uruguay es un país abierto a la inversión, aunque manifestó diferencias respecto a esta operación en particular. Según explicó, los emisarios indios señalaron que, por el momento, su única vía de ingreso al país es a través de esta alianza con Minerva.
El legislador cuestionó el momento de la llegada del grupo extranjero. “Esto no es una escritura de un terreno baldío: es un análisis pormenorizado de los pasivos, los activos y los mercados”, afirmó en el Parlamento. Y alertó sobre los riesgos de una excesiva concentración: “Basta con un grupito de WhatsApp para acordar el precio del ganado, y eso a la ganadería le afecta mucho”.
En cuanto al posicionamiento del Frente Amplio, Da Silva subrayó un cambio de tono. “El Frente revoleó el poncho, tanto el nuevo presidente Orsi como el entonces diputado Alfredo Fratti. A Orsi no lo escuché, pero Fratti, que ahora es ministro, ha cambiado mucho su postura. En mi caso, yo no cambié la posición”, sentenció.
El Frigorífico Tarariras, epicentro de esta controversia, representa un enclave estratégico tanto por su capacidad instalada como por su ubicación dentro de la red agroexportadora del país. Su eventual traspaso no solo transforma el panorama industrial de Colonia, sino que también reaviva el debate sobre concentración económica y políticas de competencia en el sector cárnico nacional.
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