Con la última llegada de leche registrado en la jornada de ayer, se concretó el cierre operativo de Calcar en la región. La mayoría de los distribuidores ya se reorganizaron para continuar con el abastecimiento a través de la empresa Claldy, que asumirá la distribución de los productos que hasta ahora comercializaba la cooperativa láctea.
Este movimiento marca un nuevo capítulo en la delicada situación de Calcar, cuyas dificultades financieras venían siendo advertidas desde hace varios años. El cierre operativo reavivó cuestionamientos sobre el uso de fondos y los destinos de la inversión en la cooperativa, luego de que se conociera que en tiempos recientes parte del presupuesto fue destinado a auspicios publicitarios en eventos como el carnaval y el fútbol de Montevideo.
«No se entiende mucho gastar tanto dinero en publicidad de esos eventos que todos sabemos es muy costosa, cuando no teníamos prácticamente muchos productos para colocar,» dijo el dirigente gremial Washington Marzat.
El tema ha vuelto a instalarse en la agenda regional, especialmente entre los trabajadores, productores y actores del sector lechero que ven con preocupación el desenlace de una firma histórica para el litoral oeste del país.
Calcar —Cooperativa Láctea de Carmelo— tuvo un rol fundamental en el desarrollo productivo y social del departamento de Colonia. Su cierre no solo implica una reconfiguración del abastecimiento en la zona, sino que también deja abiertas interrogantes sobre su gestión y la sostenibilidad de las cooperativas en el contexto actual del sector.
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