Este viernes, los productores lecheros que remitían su producción a Calcar tenían previsto una reunión con autoridades del Instituto Nacional de la Leche (INALE), en busca de algún tipo de asistencia que les permita recuperar parte de la deuda que dejó la cooperativa tras su cierre, estimada en casi 2,4 millones de dólares.
La expectativa giraba en torno a la posibilidad de acceder a un fondo que cubriera, al menos, una parte de la leche enviada y no cobrada. Así lo había señalado Sebastián Perrachón, exremitente de Calcar, quien en diálogo con Conexión Agropecuaria había afirmado que «está claro que por parte de Calcar la posibilidad de cobrar es cero».
Tras el cierre de la planta, los remitentes lograron redireccionar su producción de manera casi inmediata. Sin embargo, quedó pendiente el cobro de cerca de tres meses de remisión, correspondiente a los últimos envíos realizados antes de la paralización de actividades.
Perrachón había advertido además sobre la necesidad urgente de reestructurar algunos compromisos financieros, como los acuerdos con Microfinanzas. «O aparece la planta, o tienen que aplazar el programa, porque el 5 de mayo caemos todos en el clearing si no pagamos», sostuvo.
El encuentro de este viernes fue considerado clave para el futuro inmediato de decenas de pequeños y medianos productores, que afrontan las consecuencias económicas del cierre sin respuestas claras hasta el momento.
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