En la antesala de las elecciones departamentales, el anuncio de un debate entre candidatos ha generado inquietud en algunos sectores políticos de Colonia. Unidad Popular, a través de su postulante a la Intendencia, Daniel Rey, denunció no haber sido convocada al evento, organizado por una emisora local en conjunto con una universidad privada.
“No fuimos consultados, ni informados. Me enteré por Carlos Fernández, mientras hablábamos en la marcha de Calcar”, relató Rey, aludiendo a una conversación informal mantenida con el candidato del Frente Amplio. La revelación puso en evidencia una omisión que, para Unidad Popular, no puede ser considerada un simple descuido.
La actividad, que se presenta como una instancia de intercambio entre aspirantes a la Intendencia, comienza a ser objeto de cuestionamiento no por su contenido, sino por su forma: ¿quiénes fueron invitados, bajo qué criterios, y por qué algunos partidos no figuran entre los convocados?
Desde Unidad Popular se interpreta la situación como un hecho político, más allá de las intenciones de los organizadores. “Nosotros no recibimos ningún tipo de comunicación”, reiteró Rey, quien además enfatizó que su partido ha participado de todas las instancias de diálogo a las que fue convocado, tanto institucionales como ciudadanas.
La exclusión de una de las listas en competencia introduce un elemento de tensión en la narrativa democrática que suele enmarcar este tipo de eventos. Aunque la fecha y los participantes aún no han sido confirmados oficialmente, el malestar ya está instalado.
En un departamento donde las voces políticas históricamente han disputado no solo los votos, sino también los micrófonos, la ausencia de un partido en un espacio de visibilidad pública no es un dato menor. La pregunta que surge —y que aún no tiene respuesta— es si esta omisión fue deliberada, circunstancial o producto de un criterio selectivo que no ha sido explicitado.
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