El Poder Judicial conmemoró el Día Internacional de la Mujer con un comunicado en el que destacó hitos históricos en la participación femenina dentro de la institución. Sin embargo, para el gremio judicial, la versión oficial dejó en la sombra a muchas mujeres cuya labor sostiene la estructura judicial día a día.
El documento, titulado «Mujeres en el Poder Judicial», resaltó la integración femenina en la Suprema Corte de Justicia, recordando la designación de la Dra. Elena Martínez como ministra en 2015 y la posterior incorporación de la Dra. Bernadette Minvielle en 2017. También se destacó el ingreso de la Dra. Doris Morales en 2022, configurando, por primera vez, una mayoría femenina en la Corte.
El comunicado también recuperó la memoria de la Dra. Rosa Mauthone Falco, primera Defensora de Oficio en 1926, y de las juezas de paz Mercedes Duarte e Iris Curbelo Larrosa, quienes rompieron barreras en 1935. “Estas mujeres y otras que siguieron los mismos caminos, abrieron nuevas perspectivas en un ámbito que tradicionalmente había estado dominado por hombres”, señala el texto.
Sin embargo, la Asociación de Funcionarios Judiciales del Uruguay (AFJU) expresó su descontento ante lo que consideraron una visión parcial de la realidad. “Hoy 8 de marzo, el Poder Judicial se olvidó que, además de juezas y defensoras, hay compañeras que han ido asumiendo responsabilidades en los distintos estamentos del PJ. Hoy las compañeras son la gran mayoría en las oficinas”, afirmó el secretario general del gremio, Pablo Elizalde.
El sindicato cuestionó la ausencia de reconocimiento a las mujeres que ocupan cargos administrativos, técnicos y de gestión dentro de la estructura judicial. Desde las oficinas de atención al público hasta las unidades de apoyo en los juzgados, estas funcionarias son mayoría, pero sus nombres no figuran en la narrativa oficial.
Elizalde recordó además un episodio que marcó a muchas trabajadoras del sistema judicial: “Una ministra de la SCJ, un 8 de marzo de hace unos años atrás, mandó a cerrar la oficina de Género”. Un gesto que, para muchos dentro del gremio, simboliza la falta de compromiso real con la equidad dentro de la institución.
El contraste entre la versión oficial y la crítica gremial refleja una tensión recurrente en las conmemoraciones institucionales: la selección de qué hechos destacar y cuáles omitir. Mientras el Poder Judicial construye un relato de avances en la cúpula, el gremio recuerda que la justicia también se sostiene en los escritorios donde miles de mujeres trabajan, sin nombres en los comunicados, pero con el peso de la rutina en sus manos.
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