El resultado de las elecciones departamentales en Lavalleja, celebradas el pasado domingo 11, será determinante para el balance final del Frente Amplio. Una victoria en ese departamento —considerado bastión blanco— le permitiría a la izquierda cerrar la jornada con un saldo positivo, pese a la pérdida de Salto, ya que sumaría dos nuevos gobiernos departamentales y mantendría presencia en once departamentos con mejores resultados en términos absolutos que en 2020.
Sin embargo, una eventual derrota dejaría al oficialismo en una situación más compleja que la registrada en las elecciones de 2020, cuando solo logró retener Montevideo, Canelones y Salto. La recuperación de Río Negro es vista como una victoria relevante, aunque se trata de un departamento menos poblado que Salto.
En este contexto, el Secretariado Ejecutivo del Frente Amplio se reunió el lunes 12 para comenzar a analizar el resultado electoral. Durante el encuentro, se destacaron los triunfos de Mario Bergara y Francisco Legnani en Montevideo y Canelones, aunque el optimismo inicial dio paso a la preocupación por los resultados adversos en otros departamentos, con excepción de la victoria en Río Negro y la definición aún abierta en Lavalleja, donde militantes realizan una «guardia blanca» en defensa del escrutinio.
Tras la reunión, el presidente del Frente Amplio, Fernando Pereira, calificó como «positivo» el balance, resaltando que la coalición ganó tres departamentos y disputa un cuarto. No obstante, advirtió que se requiere “mejorar y profundizar el trabajo para disputar más distritos electorales y más municipios”.
En entrevista con el programa Fácil desviarse de FM del Sol, Pereira señaló que la izquierda enfrenta una competencia “desigual” frente a estructuras clientelares que se basan en el intercambio de favores y la asignación de cargos a dedo. En ese marco, recordó las denuncias por clientelismo que llevaron a la renuncia de Carlos Albisu en la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande, así como la condena del exintendente de Artigas Pablo Caram y su sobrina, la exdiputada Valentina Dos Santos, por el pago de horas extras inexistentes.
Durante la rueda de prensa posterior al Secretariado, Pereira propuso la redacción de un documento programático para que sea debatido en el próximo congreso de la fuerza política, con la intención de construir un proyecto hacia 2029 y proyectarlo hasta 2030. El objetivo: “ganar la mayor cantidad de departamentos y municipios”.
En esa misma línea, Pereira planteó la creación de un instituto especializado en temas municipales y departamentales, que permita profesionalizar y planificar mejor la gestión en el interior del país. Según fuentes consultadas por Búsqueda, el instituto —que podría llamarse “Mariano Arana”— reuniría a figuras con experiencia como intendentes, con el fin de aportar desde todo el país.
En su entrevista radial, Pereira dijo: “Tenemos un proyecto de Frente Amplio hacia el futuro que nos motiva mucho, como crear el instituto de las ciudades, aunque exactamente no va a ser así, pero para pensar esto de la elección departamental y de los municipios y de cómo se construye un gobierno distinto a los del Partido Nacional”. Dirigentes del FA consideran que esta idea se formalizaría en el congreso partidario del próximo año.
En cuanto a los resultados adversos en otros departamentos, una fuente presente en la reunión afirmó que parte de la dirigencia frenteamplista “no termina de entender” cómo funciona el interior. Señaló que hechos como las denuncias contra Albisu, Dos Santos, Caram o incluso la formalización del reelecto intendente de Soriano, Guillermo Besozzi, no generan impacto electoral. “En Montevideo y Canelones hay un tipo de comportamiento, y en el resto del país hay otro, donde la gauchada no está mal vista”, afirmó.
Asimismo, en la reunión se planteó la necesidad de definir con mayor antelación a las candidaturas departamentales, con el fin de que los postulantes tengan mayor conocimiento público y mejores chances de competir.
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