El 28 de febrero se cumplieron 22 años desde que el último tren de pasajeros arribó a la Estación Central de Montevideo. En ese contexto, un grupo de ciudadanos que impulsa su reapertura exige definiciones sobre el futuro del histórico edificio y el restablecimiento del servicio ferroviario.
El colectivo sostiene que el regreso de los trenes a la terminal debería ser una decisión basada en criterios técnicos y de interés público, y no exclusivamente en proyectos inmobiliarios. Asimismo, plantea que la reactivación del servicio Montevideo-Progreso-25 de Agosto es viable con el material ferroviario existente, previa reconstrucción, y que la planificación del transporte debe incluir un sistema intermodal real, como la construcción de un tranvía a El Pinar en lugar de la implementación de ómnibus eléctricos.
Según los impulsores del reclamo, la apertura de la actual terminal ferroviaria en 2003, ubicada 500 metros al norte de la Estación Central, provocó una pérdida estimada de 100.000 pasajeros anuales en la línea Montevideo-Progreso-25 de Agosto. En 2019, el grupo entregó a las autoridades más de 23.000 firmas en respaldo a la reapertura de la estación como terminal ferroviaria.
Pese a que las estaciones y paradas han sido reconstruidas y que el tramo hasta Progreso cuenta con doble vía en el marco del proyecto Ferrocarril Central, no se han tomado medidas para reactivar el servicio de pasajeros, suspendido desde el 15 de junio de 2019.
El grupo también argumenta que en diversas ciudades donde las estaciones centrales fueron cerradas y reemplazadas por nuevas terminales más alejadas, la decisión fue revertida tras verificarse una caída en el número de usuarios. En algunos casos, se restauraron los edificios originales, como en Quebec, Saint Paul y Washington D.C., mientras que en otros, como Auckland, Belfast y Hong Kong, se construyeron nuevas estaciones en su ubicación original.
El edificio de la Estación Central «General Artigas» fue adquirido en 1998 por el Banco Hipotecario como parte de un proyecto inmobiliario que no contempló la continuidad del transporte ferroviario. Según los defensores de su reapertura, no existen estudios técnicos que justifiquen su clausura, mientras que sí hay informes que avalan su viabilidad como terminal de una red ferroviaria integrada.
El reclamo continúa en un contexto donde se debaten las futuras estrategias de transporte y movilidad en Montevideo.
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