Una beba de tres meses falleció esta semana en la ciudad de Tarariras, departamento de Colonia, en circunstancias que están siendo investigadas por la Fiscalía, informó Crónicas del Este. La menor había estado previamente internada en el Hospital de Colonia, donde profesionales de la salud y del área social denunciaron ante la Justicia que no recibía cuidados adecuados por parte de sus padres, quienes presentaban consumos problemáticos de sustancias.
Según testimonios del personal sanitario, fue durante su estadía en ese centro de salud que se presentó una denuncia formal. Las enfermeras la alimentaban, los padres —afirmaron— la dejaban a cargo de vecinos, y los informes médicos señalaban que la bebé presentaba dificultades para retener la leche. Pese a la advertencia, la Justicia resolvió devolverla a su entorno familiar, amparada en un informe técnico que recomendaba mantener el vínculo con su padre. Fue trasladada a Montevideo, sin que existiera, según los denunciantes, un seguimiento posterior por parte de INAU.
En las últimas horas, la beba fue hallada sin vida en una pensión de Tarariras, donde, según se presume, permaneció varias horas sin atención. Las autoridades trabajan ahora en establecer las causas de muerte y en determinar si hubo responsabilidad penal en el entorno familiar.
El caso no había trascendido públicamente hasta que personal del Hospital de Colonia lo dio a conocer a través de la periodista Mildred Sonderegger, de Canal 3. La información fue luego ampliada por medios locales, que recogieron el malestar del personal sanitario ante la falta de respuesta institucional a sus advertencias.
La historia clínica indica que la niña había nacido en San José, en un contexto de extrema vulnerabilidad. Su madre llegó al parto bajo los efectos de sustancias psicoactivas, pero no se judicializó el caso. Fue en su paso por Colonia donde el equipo médico intervino formalmente, presentó documentación escrita y alertó verbalmente sobre el riesgo de vida que enfrentaba la menor si era restituida.
Una funcionaria del hospital, que declaró ante el juez, fue contundente: “Si se la devuelven a sus padres, la beba va a morir”.
Aun así, la orden judicial se cumplió. Luego, se perdió el rastro institucional de la menor. Reapareció en Tarariras, muerta.
La Fiscalía departamental recaba información para determinar si hubo omisión de asistencia, negligencia o abandono con resultado fatal. Los padres permanecen a disposición judicial. El caso, hasta ahora silenciado, pone nuevamente en cuestión los mecanismos de protección de la infancia ante situaciones de alto riesgo social.
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