Una investigación de la Udelar confirma que acceder a la educación terciaria impacta de forma positiva en el salario y las condiciones laborales.
Por primera vez en Uruguay, un estudio midió el impacto real de la educación universitaria en los ingresos de las personas. Y la conclusión es clara: estudiar en la universidad mejora el sueldo, incluso si no se llega a terminar la carrera.
La investigación fue realizada por un equipo de economistas del Instituto de Economía (IECON) de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración (FCEA) de la Universidad de la República (Udelar), y presentada el 25 de marzo ante el Consejo Directivo Central (CDC).
Entre los principales hallazgos del estudio se destaca que quienes obtienen un título universitario ganan entre 30% y 40% más que quienes solo terminaron secundaria. Además, cada año adicional en la universidad —aunque no se culmine la carrera— representa un aumento de entre 13% y 16% en el salario.
La investigación abarcó el período 1997-2022 y se basó en datos de toda la población uruguaya de entre 18 y 65 años. Analizó niveles de empleo y desempleo según el nivel educativo, las diferencias entre hombres y mujeres, los efectos por área de estudio, y el contexto familiar de origen de cada persona.
Más estudios, mejores oportunidades
Uno de los datos más contundentes del informe es que quienes egresan de la Udelar tienen tasas muy bajas de desempleo (alrededor del 2%) y casi la totalidad trabaja en la formalidad. Las condiciones laborales son significativamente mejores que el promedio de la población.
También se comprobó que las carreras del área de la salud y las ciencias naturales ofrecen los mejores retornos salariales, seguidas por ingeniería, tecnología y matemáticas. En casi todos los casos, los egresados tienen mejores sueldos si trabajan en el sector privado.
El contexto importa
El informe también muestra que el origen familiar influye en el beneficio económico que se obtiene tras estudiar en la universidad: quienes provienen de hogares con mayores niveles educativos tienden a tener mejores ingresos una vez que egresan.
Además, aunque los retornos son mayores para los hombres que para las mujeres, en las generaciones más jóvenes la brecha se achica. Sin embargo, persisten señales de un «techo de cristal» que limita el crecimiento profesional de las mujeres con el paso del tiempo.
Más acceso, más equidad
La FCEA recordó que el acceso a la educación superior ha crecido notoriamente: mientras en 1991 apenas el 4,7% de la población tenía estudios universitarios completos, en 2022 ese porcentaje llegó al 25%, y al 30% entre quienes tienen entre 25 y 34 años.
Desde la Udelar destacaron que estos datos respaldan con evidencia el valor social de la universidad pública. “Este informe tiene interés público y político”, dijo el decano de la FCEA, Jorge Xavier. Por su parte, el rector interino Álvaro Mombrú señaló que se trata del primer estudio de este tipo realizado en Uruguay, y que “permite demostrar con números que estudiar transforma la vida de las personas”.
La investigación fue llevada adelante por Verónica Amarante, Paula Carrasco, María Eugenia Echeberría, Noemí Katzkowicz y Martina Querejeta. El estudio fue posible gracias a un convenio entre el Rectorado de la Udelar y el IECON.
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