A primera vista parecía una nave espacial: líneas rectas, carrocería metálica sin pintura, y una presencia que no pasaba desapercibida. No era ciencia ficción. Era una Cybertruck de Tesla, el modelo eléctrico más disruptivo del mercado automotor global, que este fin de semana recorrió las calles de nuestra ciudad, luciendo matrícula uruguaya del departamento de Colonia. Lo captamos en Avenida Italia de Carmelo.
El vehículo, registrado como propiedad de un particular en el país, generó sorpresa entre curiosos y fanáticos del automovilismo que no dudaron en fotografiarlo y compartirlo en redes sociales. El paso del prototipo de diseño angular y aire futurista marcó una postal inédita en nuestra ciudad.
La unidad en cuestión corresponde a la versión Cyberbeast, la más potente del portafolio. Según detalla Facu.Exotics, un canal especializado en autos de alta gama y rarezas del mercado, se trata de una camioneta completamente recubierta en acero inoxidable, con tres motores eléctricos que alcanzan los 845 caballos de fuerza. Posee tracción integral, dirección en las cuatro ruedas y prestaciones dignas de un deportivo de lujo, pero con el formato de una pick-up.
Desde su lanzamiento en Estados Unidos, la Cybertruck ha sido objeto de debate y fascinación. Elon Musk, CEO de Tesla, definió su diseño como “inmune a las tendencias”, y no es para menos: la camioneta prescinde de curvas, optando por una silueta de planos geométricos que recuerda a vehículos de películas de ciencia ficción de los años 80. Más allá de la estética, su tecnología y desempeño la posicionan como una de las camionetas más avanzadas del mundo.
Según el sitio oficial de Tesla, la versión más básica —de tracción trasera (4×2)— parte desde los US$ 72.490, mientras que la Cyberbeast, tope de gama, ronda los US$ 99.990, sin contar impuestos, tasas de importación y fletes. Su presencia en Uruguay, donde no existe aún una representación oficial de Tesla, convierte este avistamiento en un hecho poco frecuente.
La escena de esta Cybertruck deslizándose por Avenida Italia, para tomar Ruta 21, fue una imagen del mundo que viene. Ese en el que las tecnologías de punta aterrizan, también, en el interior profundo del Uruguay.
Sin anuncios ni eventos promocionales, la aparición del vehículo en Carmelo fue espontánea. Quizás solo un paseo de fin de semana. Pero el mensaje quedó: el futuro —al menos el de la movilidad— ya está aquí. Y en este caso, venía con matrícula de Colonia.
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