Por Miguel Guaraglia
En Carmelo, la entrega de adoquines por parte del Municipio se ha convertido en una cuestión sensible que pone sobre la mesa interrogantes sobre el destino de los bienes públicos, los criterios de adjudicación y la transparencia institucional.
El caso reciente de los 500 adoquines solicitados por la empresa Ciemsa, que trabajó en una obra privada en la rambla, fue aprobado por unanimidad de los presentes en el Concejo del Municipio, pero sigue generando preguntas sobre su ejecución efectiva y el seguimiento de esa entrega. En contraste, un pedido anterior realizado por la Subprefectura Carmelo —para acondicionar parte de su predio— nunca recibió respuesta, ni afirmativa ni negativa, a pesar de tratarse de un organismo público nacional con sede en Carmelo.
Estas situaciones tensionan los principios de equidad en la distribución de los recursos y revelan la ausencia de un criterio unificado sobre a quién se le puede o debe entregar adoquines. La existencia de antecedentes variados —entregas tanto a privados como a públicos— complica aún más la evaluación.
En este contexto, dialogamos con el concejal nacionalista Rodrigo Cóccaro, quien ofrece su versión sobre cómo se tramitó el expediente de Ciemsa, qué ocurre con ese material actualmente y cómo interpreta la diferencia de tratamiento en el caso de Prefectura.
—En una de las últimas sesiones del Municipio se aprobó la entrega de 500 adoquines a la empresa Ciemsa. ¿En qué situación está hoy ese otorgamiento?
—El expediente y la solicitud de esos adoquines se hizo a la Intendencia de Colonia, y la Intendencia lo derivó a sus oficinas correspondientes. Cuando llega al Municipio, viene desde Arquitectura Zona Oeste. Lo que se pide al Municipio es que tome conocimiento y diga si está de acuerdo o no con la entrega. En este caso, todos los concejales estuvimos de acuerdo porque se trataba de un espacio público, la Rambla de Carmelo, que necesita ser arreglada. Se devolvió el expediente a Arquitectura, aprobándolo sin objeciones.
—¿La empresa aún está a cargo de esa obra o ya se retiró?
—Según la información más reciente, la obra está parada. La empresa ya la entregó. Pero el edificio —es decir, los privados vinculados a ese emprendimiento— están interesados en acondicionar ese espacio público por una conveniencia propia, pero también porque es útil para toda la población.
—¿Entonces, esos adoquines se entregaron finalmente?
—No. Los adoquines no se entregan directamente a la empresa, sino para la obra, con certificaciones y control. Si el privado sigue interesado en reparar la zona, entonces se haría efectiva la entrega, siempre bajo condiciones claras.
—¿No consideran problemático que se haya aprobado el expediente cuando la empresa ya había anunciado su retiro de la obra?
—El expediente llegó después del anuncio, sí, pero se trató cuando correspondía. En estos casos, los plazos de la administración no siempre coinciden con los de las obras. La alcaldesa iba a contactar al privado para confirmar si seguía vigente el interés por acondicionar el lugar.
—Hablamos de un predio que, aunque está detrás del edificio, pertenece al Municipio…
—Exactamente. No es la vereda del edificio, sino una parte de Rambla 12 de Febrero, que es espacio público. Ahí radica la diferencia principal con otros casos.
—A propósito: hace aproximadamente dos años, Prefectura solicitó 150 adoquines y no hubo respuesta. ¿Por qué se dio ese tratamiento tan distinto?
—Creo que lo único que tienen en común esos dos pedidos son los adoquines. Son situaciones completamente distintas. El pedido de Prefectura era para su predio, que es privado, aunque se trate de un organismo público. El otro pedido es para reparar un lugar que pertenece al Municipio.
—¿Eso implica que estás de acuerdo en que solo deberían entregarse adoquines para reparar espacios públicos municipales?
—No digo que no se pueda entregar a otros organismos. Digo que son casos distintos. Además, lo que mencionas fue gestionado por autoridades anteriores. Cada administración puede tener criterios diferentes.
—Sin embargo, hay antecedentes de entregas a lugares privados…
—Sí, los hay. Por eso no estoy afirmando que no se pueda. Solo sostengo que este caso específico, por involucrar un predio del Municipio, tiene otra lógica. No es lo mismo un pedido para un predio nacional, fuera de nuestra competencia directa, que uno que corresponde al territorio municipal.
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