La ciudad de Buenos Aires atraviesa un mes de mayo inusualmente cálido. Según datos del Observatorio Central de Villa Ortúzar, la temperatura media registrada durante los primeros quince días del mes fue de 19,2 °C, lo que convierte a esta quincena en la segunda más calurosa desde 1950, señala un informe de Metsul.
El único antecedente que supera este registro se remonta a mayo de 1997, cuando la temperatura media alcanzó los 19,5 °C. Detrás quedan otros años que marcaron picos históricos, como 1957 (18,8 °C), 1951 (18,6 °C) y 1950 (18,4 °C).
Un patrón climático regional
Las condiciones meteorológicas que explican este inusual comportamiento térmico se inscriben en un contexto regional más amplio. Durante estas semanas, la escasa presencia de masas de aire frío y la ausencia total de irrupciones polares intensas han contribuido a sostener temperaturas atípicamente elevadas para el otoño austral.
Especialistas indican que este fenómeno guarda relación con una Oscilación Antártica persistentemente positiva o cercana a cero, un índice climático que influye en la circulación atmosférica del hemisferio sur y limita el avance de aire frío desde las latitudes polares hacia el Cono Sur.
Cambio climático y anomalías
La concentración de años cálidos en períodos específicos sugiere, además, la influencia de patrones globales como El Niño, que altera el régimen de lluvias y temperaturas en diversas regiones del planeta. El comportamiento térmico observado en Buenos Aires no es un caso aislado, sino parte de una tendencia más amplia en la que las anomalías térmicas se vuelven cada vez más frecuentes, especialmente en estaciones de transición como el otoño.
Este nuevo récord reafirma la necesidad de seguir monitoreando los efectos del cambio climático en el clima regional, explica Metsul, así como sus implicancias sobre sectores sensibles como la salud pública, la agricultura y el suministro energético.
Vía: MetSul.
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