Los ministerios de Trabajo, Industria, Economía y Ganadería coordinan una respuesta urgente ante el cierre intempestivo de Calcar. El Ejecutivo apunta a revisar el uso de fondos públicos y evitar que se apague la planta operada por sus propios trabajadores.
El Gobierno activó este jueves una agenda interministerial para abordar la situación crítica de Calcar, tras el cierre inesperado de su planta en Tarariras, Colonia, que afecta a más de cien trabajadores. Representantes de los ministerios de Trabajo, Industria, Economía y Ganadería acordaron avanzar rápidamente con un diagnóstico integral de la empresa y del conjunto del sector lácteo.
La ministra de Industria, Energía y Minería, Fernanda Cardona, destacó el compromiso de los operarios que mantienen en funcionamiento la planta, a pesar de la incertidumbre sobre sus salarios y continuidad laboral. “La actitud de los trabajadores es ejemplar. Siguen recibiendo la leche para que no se pierda el insumo”, subrayó.
Calcar fue una de las cuatro compañías beneficiadas con fondos del Fondo de Reconversión de Industrias Lácteas (FRIL), durante la anterior administración. Según Cardona, el caso expone una herencia de gestión deficiente. “Estamos haciéndonos cargo de una realidad que viene de antes. Hubo fondos entregados y ahora debemos saber en qué se utilizaron”, advirtió.
Por parte del movimiento sindical, Enrique Méndez, integrante de la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL), valoró que 70 de los 107 empleados hayan decidido sostener la producción. El resto permanece en seguro de paro. “La planta no puede apagarse. Si dejamos de procesar aunque sea unos días, corremos el riesgo de un desguace irreversible”, advirtió.
Según datos del sindicato, este jueves se procesaron 19.000 litros de leche, y el miércoles, 20.000. Méndez aseguró que, pese a la situación de acefalía de la cooperativa, los trabajadores continuarán con la operativa.
El próximo miércoles se realizará una asamblea general con movilización en Colonia del Sacramento en defensa de los proyectos industriales y los empleos.
Desde el Ministerio de Trabajo, el subsecretario Hugo Barretto calificó de sorpresiva la medida de la empresa. “Fue un cierre intempestivo, sin aviso previo, sin margen para que las políticas públicas intervinieran. Se hizo un uso indebido del tiempo institucional”, lamentó.
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