Por Miguel Guaraglia
Cristian Poss, director nacional de Turismo, llegó a Carmelo con un gesto que fue tan correcto como simbólico: se reunió con el municipio local —autoridades actuales y electas— para escuchar. Fue una visita institucional, en el marco de una recorrida nacional promovida por el Ministerio para relevar el estado de sus bienes inmuebles. Pero en el fondo, también fue una visita reveladora: el Ministerio de Turismo no tiene aún una posición definida sobre qué hacer con el Hotel Casino Carmelo.
Así lo reconoció el concejal Rodrigo Cócaro (PN), uno de los asistentes al encuentro, quien, al ser consultado, no dudó en señalar que la visita tuvo más de sondeo que de anuncio.
“Él vino a consultar, a escuchar, a ver qué sugerencias podía haber”, explicó. Poss recorrió el histórico edificio acompañado de personal del área legal del Ministerio. “Está claro que conocen el deterioro, que saben el proceso que atravesó el hotel, pero no hay una línea definida. No se descarta nada”, agregó Cócaro.
La ausencia más notoria
La reunión, convocada por la alcaldesa saliente, contó con la presencia del alcalde electo, concejales, un integrante de la Cámara Turística de Colonia y de Adeco Pro destino. Pero hubo una ausencia que no pasó desapercibida: los operadores turísticos de Carmelo no fueron parte del encuentro.
“No sé si fueron invitados o no, lo desconozco. Pero no estaban”, admitió Cócaro. Un detalle llamativo considerando que se trata de una ciudad que históricamente ha basado su identidad en el turismo.
La falta de representación local del sector privado turístico en la visita del jerarca nacional es significativa. Como señala el propio concejal: “Estamos hablando de una ciudad que se ha promocionado como ‘Carmelo, ciudad turística’. Y sin embargo, se manejan alternativas para ese edificio que se alejan de esa lógica”. La posibilidad de un centro educativo o de una cesión a instituciones de formación fue mencionada como una de las vías en análisis.
El hotel como síntoma
El Hotel Casino Carmelo, cerrado desde hace cinco años, es mucho más que un inmueble estatal: es una señal de la ambivalencia entre discurso y acción pública. En la administración anterior se intentó promover una licitación para reactivarlo bajo gestión privada. El proceso fracasó. Desde entonces, el edificio ha quedado en un limbo físico y simbólico: ruina visible en una ciudad que aún se define como destino turístico.
“Claro que lo ideal sería que funcionara como hotel. Pero si eso no ocurre, hay que encontrarle otra utilidad”, planteó Cócaro. “No podemos esperar veinte años a que aparezca un privado con la solución mágica.”
Más allá de las alternativas futuras —educación, venta, hotelería o uso mixto—, lo que quedó claro es que el gobierno nacional está empezando desde cero. “Ellos están iniciando un proceso. Están abiertos a ideas, a sugerencias. No hay una definición”, dijo el concejal.
La imagen también importa
Una de las pocas definiciones concretas fue la solicitud del municipio para que, al menos, se mejore la imagen exterior del edificio. La fachada del hotel, abandonada, actúa como una herida abierta en el centro de Carmelo. “Solicitamos que se emprolije. Por lo menos que no dé la impresión de abandono total”, explicó.
El director nacional de Turismo se mostró receptivo. Prometió articular con el municipio entrante, encabezado por Luis Pablo Parodi, una línea de trabajo para mejorar esa imagen urbana.
¿Ciudad turística?
En la entrevista, Cócaro eludió las conclusiones tajantes, pero aceptó las contradicciones: “Si el edificio termina en manos de una institución educativa, eso no está mal. Pero también nos obliga a preguntarnos si seguimos siendo Carmelo, ciudad de turismo.”
Esa es la pregunta que deja la visita: ¿qué significa hoy ser una ciudad turística? Y más aún, ¿cómo se expresa esa identidad cuando un edificio emblemático como el Hotel Casino se encuentra vacío, sin función y sin proyecto?
El Ministerio, por ahora, no tiene la respuesta. Vino a preguntar.
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