El cielo no fue esta vez su camino. En lugar de surcar las alturas, el helicóptero Bell 212, matrícula FAU 035, emprendió un inusual recorrido por tierra firme. Desde la ciudad de Mercedes hasta las cercanías del Aeropuerto Internacional de Carrasco, esta nave de la Fuerza Aérea Uruguaya atraviesa el país sobre ruedas, escoltada por vehículos especialmente adaptados para garantizar un traslado seguro y preciso.
Se trata de la segunda etapa de este operativo logístico que comenzó días atrás y que, según informó oficialmente la Fuerza Aérea en un comunicado fechado el 10 de junio, tiene como destino final el Escuadrón Aéreo N.º 5 (Helicópteros), con base en la Brigada Aérea I, en Montevideo.
El Bell 212, un veterano de múltiples misiones de rescate, patrullaje y asistencia humanitaria, requiere una serie de cuidados específicos para su transporte por tierra: rutas planificadas al milímetro, soportes diseñados a medida y equipos de seguridad que acompañan cada tramo del trayecto.
Aunque no está volando, sigue en misión. Este tipo de movimientos logísticos no solo implican una cuidada coordinación, sino también muestran una parte menos visible –pero esencial– del funcionamiento de la aviación militar: la del trabajo silencioso, planificado y paciente que permite que una aeronave esté donde se la necesita.
El Bell 212 FAU 035 sigue su viaje. Esta vez a ras del suelo. Pero con la misma precisión que cuando vuela.
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