Bajo un cielo sin estridencias y con el tono grave de quien carga carpetas llenas de denuncias, Juan Franggi subió al escenario con una frase que buscaba más que atención: “Para mí es abrazar la gloria estar hablando en un día como hoy”. Era el acto de lanzamiento de su candidatura al Municipio de Carmelo por el Frente Amplio, y el discurso que pronunció marcó el tono de lo que parece ser una campaña sin eufemismos.
Franggi eligió dirigirse a sus simpatizantes como si narrara un proceso judicial. Saludó simbólicamente a un referente de confianza personal y, sin transición, giró hacia la acusación directa: habló de un municipio plagado de prácticas poco claras, conducido —según su visión— por intereses personales antes que públicos.
Durante casi diez minutos, el candidato delineó la existencia de una administración paralela, a la que calificó de “corrupta”, denunciando irregularidades de gestión. Señaló el caso de una exempleada sin vínculo formal con el municipio, que habría tenido acceso irrestricto a recursos institucionales y se habría retirado sin rendir cuentas, llevándose claves digitales y equipos adquiridos con fondos públicos.
También apuntó hacia actores con cargos institucionales y responsabilidades sociales que, según dijo, habrían incurrido en dobles cobros por obras deficientes. Su denuncia incluyó demoras en la presentación de documentos clave como el Plan Operativo Anual, que —afirmó— fue presentado con meses de retraso.
Franggi también se detuvo en detalles cotidianos, como la falta de contenedores de residuos. “No había contenedores. Una vez porque le faltaban ruedas, otra porque había que ponerle una pegatina”, comentó con ironía. “Hoy, qué casualidad, aparecieron los contenedores y las papeleras”.
Cuestionó, además, la relación entre el municipio y la intendencia, poniendo bajo la lupa a quienes hoy ocupan cargos de coordinación y aspiran al poder local. Criticó que algunos funcionarios reciban sueldos por funciones que, en su visión, no se traducen en acciones visibles para la comunidad.
Hacia el final, el tono cambió ligeramente para enfocarse en el futuro y las limitaciones del presupuesto disponible. “No podemos hacer un cohete que vaya a la luna. Tenemos un POA y literales A, B y C. Tenemos un dinero acotado”, explicó. Y advirtió: “Si no somos gobierno, nos sigue manejando el aparato actual”.
Franggi cerró su intervención sin pedir expresamente el voto, pero dejando en claro su mensaje: “Tal vez estas palabras no salen en voto, no me interesa, pero salen en verdad, compañeros, salen en verdad. Nosotros queremos dar transparencia. No queremos más un municipio que responda a otros intereses. Queremos un municipio de Carmelo, por Carmelo, para Carmelo. ¡Arriba a los que luchen!”
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