La comparecencia del canciller Mario Lubetkin ante el Plenario del Congreso de Intendentes dejó una señal clara: la política exterior uruguaya busca reforzar su anclaje territorial. El ministro sostuvo que “nada de lo que hagamos es demasiado macro para alejarse de los ciudadanos” y situó a las intendencias como actores centrales para vincular la agenda global con la vida cotidiana.
El discurso se apoyó en una idea rectora: las transformaciones internacionales —marcadas por incertidumbres pero también por oportunidades— habilitan un protagonismo creciente de los departamentos. Lubetkin destacó la participación de las intendencias en foros como Mercociudades y la Organización Mundial de Ciudades, y situó estas experiencias dentro de un proceso que, según dijo, combina continuidad institucional y adaptación a un escenario cambiante. Por eso repasó el Convenio de Cooperación firmado en 2022 y el Plan de Trabajo conjunta de 2024, presentándolos como la base que ordena el vínculo entre la Cancillería y los gobiernos departamentales.
En su mensaje, el canciller buscó alinear la inserción internacional del país con la agenda territorial. Mencionó ámbitos de acción —comercio, cultura, educación, turismo, sostenibilidad— y planteó que las iniciativas locales pueden proyectarse hacia afuera si se articulan con la estrategia nacional. También propuso ampliar la presencia de las intendencias en el multilateralismo, fortaleciendo vínculos con agencias de Naciones Unidas, y señaló que los cambios recientes en el Mercosur, incluidos acuerdos como el firmado con EFTA y la eventual firma con la Unión Europea, abren posibilidades para los productores y emprendedores del interior.
La escena evidenció un doble movimiento: la Cancillería reconoce la expansión de la acción internacional de los gobiernos departamentales, pero al mismo tiempo reafirma su rol como articuladora de ese proceso. La paradiplomacia aparece así como una herramienta valiosa, siempre integrada a las líneas generales de la política exterior.
Las intervenciones departamentales reforzaron algunos de esos puntos y matizaron otros. La intendenta de San José, Ana Bentaberri, insistió en la necesidad de fortalecer la cooperación entre niveles de gobierno, mientras que el presidente del Congreso de Intendentes, Nicolás Olivera, introdujo el tema de las asimetrías territoriales y puso el foco en la necesidad de escalar producciones locales, facilitar la movilidad internacional y agilizar trámites como las reválidas de títulos.
En conjunto, la jornada dejó planteado un encuadre: la inserción internacional no es solo una política del Estado central, sino un proceso que involucra a los 19 departamentos. El discurso de Lubetkin buscó consolidar ese relato y establecer un lenguaje común para traducir la agenda global al territorio, en un momento en que la acción exterior se presenta como herramienta para generar resultados concretos en el interior del país.


























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