Narcotraficantes utilizan embarcaciones menores para desde la costa uruguaya «contaminar» barcos de ultramar

Uruguay debe mejorar sus estrategias de prevención, disuasión y represión contra el tráfico de estupefacientes y para eso necesita inversión en recursos humanos, capacitación y tecnología, aseguró este martes el director de la Secretaria de Inteligencia Estratégica de Estado, Álvaro Garcé.

«No hay que regalar la casa pero tampoco la azotea o el patio», ilustró Garcé en referencia a la tierra, el agua y el aire, es decir, las distintas vías de penetración de narcóticos a Uruguay, tanto para ser distribuidos en el país como para recalar en tránsito hacia otros destinos.

Garcé puso el acento en el «esfuerzo público privado» que Uruguay está realizando para combatir al crimen organizado, específicamente al narcotráfico, un tema que, a su entender, «interpela y desafía de un modo creciente» al país.

Durante un seminario sobre «tráfico marítimos de estupefacientes e impacto en la imagen país», organizado por la Terminal Cuenca del Plata (TCP), principal operador portuario de la capital uruguaya, los distintos actores de la actividad portuaria reflexionaron sobre posibles caminos para desestimular el negocio del narcotráfico.

Por su parte, el gerente de control y gestión del riesgo de la dirección nacional de Aduanas, Diego Casella, explicó la estrategia de control integral que aplican en el puerto de Montevideo sobre los contenedores que transportan mercaderías tanto de exportaciones, como de importaciones y cargas en tránsito hacia destino final.

Específicamente, Casella indicó que si bien no se chequea el 100 % de los contenedores que pasan por la terminal portuaria, la revisión se hace en base a una «gestión del riesgo» que analiza los datos de los que dispone esta dependencia del Ministerio de Economía y Finanzas y determina qué mercadería debe analizarse.

Asimismo, el jefe de investigaciones de la Armada Nacional, Carlos Vidal, alertó sobre nuevas formas de tráfico que surgen de la «creatividad» del crimen organizado al tener controles «más asiduos» en los puertos.

Específicamente, se refirió a nuevos métodos utilizados por los narcotraficantes mediante los que embarcaciones menores parten de la costa uruguaya para «contaminar barcos de ultramar» en el río de la Plata o el océano Atlántico.

Vidal compartió también algunos «casos de éxitos» en los que Uruguay logró interceptar cargamentos de cocaína y otros estupefacientes.

Entre ellos, el hallazgo en 2019 de cuatro toneladas y media de cocaína en Hamburgo (Alemania) en un barco procedente de Uruguay que facilitó la detención, tres semanas después, de tres toneladas en un contenedor en tránsito desde Paraguay hacia Benín.

Otro de los casos presentados fue el operativo Melva por el que se detuvo la salida, hacia Togo, de casi seis toneladas de droga por la terminal marítima uruguaya.

Según el informe de 2021 de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), el 83 % de la cocaína incautada en el mundo en 2019 se ubicó en América, mayoritariamente en América del Sur.

De igual forma, el estudio detalla que la cantidad incautada aumentó 5 % entre ese año y el anterior. (EFE)

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