Líneas Delta Argentino ya no tendrá la exclusividad de la terminal en Tigre y evalúa su continuidad

Peligran los viajes diarios en barco entre Buenos Aires y Carmelo. La histórica ruta fluvial, que antes operaba Cacciola, podría darse de baja por un conflicto de Líneas Delta Argentino, la única empresa que hoy ofrece el servicio, con el Municipio de Tigre, publica El Cronista.

El contrato de concesión venció en julio y la compañía, que entró en convocatoria de acreedores en 2019 con una deuda superior a $ 15 millones, fue intimada el viernes pasado a desalojar la terminal internacional desde donde zarpa rumbo a Uruguay. Asegura que, si el problema no se resuelve, recurrirá a la Justicia para solicitar que le extiendan el contrato, teniendo en cuenta los dos años de actividad que perdió por la pandemia, período que le generó pérdidas por más de $ 13 millones. También evalúa dejar de brindar el servicio.

Desde la Intendencia de Tigre, sostienen que, con el contrato vencido, la concesión, que antes estaba en manos de la empresa, pasa ahora a la Municipalidad. Aclaran que, así las cosas, la compañía está autorizada a seguir operando desde esa terminal internacional. Pero, en la práctica, con el cambio, Líneas Delta Argentino ya no tendrá la exclusividad de la estación, lo que, señalan, abre el juego a que otras navieras, como Colonia Express o Buquebus operen la ruta, «con el fin de promover la competencia», destaca el portal argentino.

La empresa entiende que hay una animosidad contra ella y que el Municipio busca beneficiar los intereses de otras compañías que, eventualmente, podrían operar allí. «La terminal internacional de pasajeros, que no es la misma desde la que se ofrecen servicios nacionales, fue construida en los ’90 por Cacciola cuando lanzó la ruta, con un permiso de uso por 20 años. Luego de su vencimiento, en 2010, esta siguió utilizándola«, explica Leonel Falcon, apoderado de Líneas Delta Argentino al medio El Cronista.

«Nos presentamos al Municipio para intentar regularizar la situación. Se firmó un contrato, con una cláusula de mutuo acuerdo de renovación, homologado por el Concejo Deliberante de Tigre. Pero los funcionarios nos dicen que ya no está vigente y que va a venir una empresa a remodelar el establecimiento, cuando nosotros también propusimos un proyecto, que no resultó de interés«, manifiesta.

Líneas Delta Argentino empezó a operar la ruta Tigre-Carmelo en 2019, tras el cierre de Cacciola.

Según Falcon, «el Municipio tiene intenciones de apoyar a otras empresas y no a una que se hizo cargo de un negocio en el que se endeudó e invirtió para apostar al turismo, volviendo a contratar a 10 empleados que quedaron en la calle, el 20% del plantel». Con ello, se refiere a la ruta que retomó Líneas Delta Argentino, tras el cierre de Cacciola.

En 2019, Cacciola presentó su concurso, dado que no pudo hacerle frente a la suba de los costos y la baja en la cantidad de pasajeros. Con su salida, su continuadora identificó que se presentaba la oportunidad de sumar a su cartera a Carmelo, destino elegido por sus atractivos, como la ruta del vino y las bodegas, junto con su oferta de hotelería.

Con el contrato vencido, Líneas Delta Argentino ya no tendrá la exclusividad de la terminal internacional.

Así fue que en 2019 comenzó a operar la ruta. Brindó el servicio entre julio de ese año y marzo de 2020, cuando los viajes se interrumpieron por la pandemia. «Fueron ocho meses en los que operamos a pérdida, en un contexto en el que el servicio se volvió costoso y registramos una caída de la demanda, con un flujo de era muy reducido», cuenta Falcon a El Cronista.

Terminada la cuarentena, luego de dos años de suspensión, la conexión fluvial entre Tigre y Carmelo se retomó en abril pasado. Para ello, la firma cerró una alianza con Buquebus, con la intención de reactivar el movimiento turístico entre ambas costas, impulsando el flujo de viajeros uruguayos y argentinos hacia uno y otro país. En un contexto ideal, esperaban movilizar a 50.000 pasajeros por año en ambos sentidos. «Hoy, con suerte, viajan 20.000«, reconoce Falcon. Vía: El Cronista

 

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