La alta inflación siembra «incertidumbre» en el sector turístico de Argentina

Fotografía cedida por Visit Argentina de Puerto Madero en Buenos Aires (Argentina). EFE/ Visit Argentina

Por Javier Castro Bugarín

Argentina se prepara para vivir una temporada de turismo invernal muy «ambiciosa», con más de 3,5 millones de argentinos y ciudadanos extranjeros que viajarán por diferentes puntos del país, aunque los altos índices de inflación y la inestabilidad política han sembrado «incertidumbre» en los operadores turísticos.

Según datos oficiales, los precios registraron un alza interanual del 64 % en junio y acumularon una subida del 36,2 % en los seis primeros meses del año, un acelerón del ritmo inflacionario que podría repercutir en el consumo de las clases medias, afirmó el presidente de la Federación de Cámaras de Turismo de la República Argentina (Fedecatur), Héctor Viñuales.

«Los números son muy ambiciosos y seguimos manteniéndolos, en un escenario económico difícil, donde por ahí habrá un sector del turismo interno que, si no ha cerrado números, a lo mejor puede llegar a hacer un análisis de recorte. Entendemos que no va a haber mucha caída, pero claramente no es el mejor escenario», aseguró Viñuales en una entrevista a Efe por videoconferencia.

«BOOM» DEL TURISMO INTERNO

Las restricciones en torno al uso de dólares en el exterior, los programas nacionales de preventa turística y la avidez por viajar tras la pandemia de coronavirus han reanimado el turismo interno en Argentina, un país que ha experimentado un «boom» de viajeros durante el primer trimestre de este año.

De acuerdo a estadísticas oficiales, entre enero y marzo cerca de 12,4 millones de argentinos viajaron por el país, la cifra más alta en los últimos diez años, y concretaron gastos por unos 311.562 millones de pesos (alrededor de 2.437 millones de dólares), más que en los doce meses del año anterior.

«Hay una decisión de salir y conocer Argentina dentro de la Argentina», sostuvo Viñuales, para agregar que los destinos más atractivos serán todo el corredor de la Patagonia, por la importante presencia de nieve en sus cordilleras, así como las provincias de Córdoba y Mendoza.

El receso invernal, que empezó este lunes en algunas provincias y que se extenderá hasta el próximo 29 de julio, supondrá una ocasión de oro para mejorar estos números, que se verán animados por la llegada de unos 150.000 viajeros procedentes de Brasil y Uruguay.

«En Semana Santa ya hemos visto en la ciudad de Buenos Aires y en Bariloche una importante presencia del turista brasileño y, por supuesto, uruguayo, aunque el uruguayo más en una postura de tour de compras (por el escaso valor de la moneda local)», explicó el presidente de Fedecatur.

INFLACIÓN Y RESTRICCIONES AL DÓLAR

Con todo, las entidades turísticas de Argentina sienten «incertidumbre» por el desempeño de esta nueva temporada turística, especialmente por el alza de la inflación, puesto que hoteles y restaurantes fueron el segundo sector de la economía con mayores aumentos de precios, 40 %, en el primer semestre del año.

Los límites impuestos al pago de importaciones también golpearon las perspectivas de los comercios locales, con algunos «faltantes de mercadería» que podrían trasladarse a precios.

«En ese análisis de cuánto se gasta entra bastante el tema del comercio, en donde algunos productos no se encuentran o se encuentran a unos precios que muchas veces no son los que nosotros conocemos», reconoció Viñuales, que considera que un buen número de viajeros «van ir restringiendo algunos gastos en el día a día».

De hecho, cada vez más argentinos recorren su país ante las complicaciones para viajar al exterior: sólo 1,3 millones de ciudadanos salieron al extranjero en algún momento durante los primeros tres meses del año, una caída del 61 % en comparación al primer trimestre del 2019.

La contracción del turismo emisivo está estrechamente ligada a las restricciones a la compra de dólares: los ciudadanos argentinos tan sólo pueden cambiar 200 dólares mensuales en el mercado oficiales de divisas, tienen que abonar un impuesto del 75 % a sus compras en el exterior y tampoco pueden financiar en cuotas sus viajes al extranjero, unas limitaciones que podrían ir a mayores ante la escasez de divisas que sufre el país.

«El comercio es compra y venta. El avión, para que funcione y sea negocio en las líneas aéreas, tiene que llevar un promedio de butacas ocupadas, y eso se hace con los que vienen y con los que salen», aseveró Viñuales, quien teme que otros países de la región, como Brasil, apliquen restricciones a los viajes de sus nacionales a Argentina por la falta de reciprocidad.

ORDENAR LA ECONOMÍA

En este contexto, el presidente de Fedecatur se mostró prudente ante la asunción de Silvina Batakis como nueva ministra de Economía el pasado 4 de julio, en medio de fuertes tensiones en la coalición gobernante y de volatilidad en los mercados financieros.

Para mejorar las perspectivas del sector, Viñuales pidió que el Gobierno respete «las reglas del mercado», y citó como ejemplo la necesidad de modificar el tipo de cambio oficial para que Argentina sea más competitiva como destino turístico internacional, pese a que el Ejecutivo descartó cualquier tipo de devaluación del peso argentino.

«No necesitamos ayuda de otro tipo que no sea una economía ordenada y que vaya por los carriles normales y cumpliendo con las reglas de la economía», concluyó el empresario.

EFE

Salir de la versión móvil