En corrillos políticos había expectativa sobre cómo sería la vuelta del Concejal Juan José Miguelena a las sesiones del Municipio luego de protagonizar hechos que fueron calificados por algunos de sus pares como «conducta disruptiva.»
Algunos opinaban que presentaría las disculpas, otros que consolidaría un discurso señalando las diferencias políticas con un tono moderado y contundente, pero ninguna de estas dos hipótesis se manifestaron.
La sesión comenzó con los concejales Daniel Caraballo y Mario Guaraglia en la bancada del Frente Amplio. En el Partido Nacional estaban Martín Manitto y Luis Pablo Parodi y conduciendo la misma, la Alcalde Alicia Espíndola.
Entonces se leyeron las actas de la sesión donde se produjeron las diferencias y posteriormente la correspondiente a la sesión extraordinaria donde se emitió un comunicado de repudio.
Se votaron y nadie puso objeción a lo leído. En determinado momento el Concejal Caraballo mira a Miguelena que se encontraba en las barras y le pregunta si quería realizar algún tipo de descargo, a lo que el concejal frenteamplista niega con la cabeza sin pronunciar palabras.
Entonces se produjo el «enroque», Guaraglia dejó la banca ingresando Juan José Miguelena quien interactuó normalmente con todos los concejales, incluyendo la alcalde, centrándose en los temas que se iban sucediendo en una sesión que se desarrolló sin sobresaltos ni malentendidos.