Punta del Diablo ‘planta’ cara a los incendios y revive su monte nativo

Fotografía cedida este miércoles por Plantatón Uruguay en la que se registró a una mujer mientras siembra un árbol, en Punta del Diablo (Uruguay). EFE/Plantatón Uruguay

Por Federico Anfitti

Recuperar el monte nativo: ese es el objetivo trazado por la comunidad de Punta del Diablo, fuertemente afectada por los incendios, favorecidos por especies exóticas que invadieron el lugar, y cuya belleza busca salvar ahora con una «plantatón».

Llamas que casi llegan a las viviendas, espacios públicos que se ven arrasados por el fuego e incluso la calidad del agua que queda afectada son solo algunas problemáticas que viven varias localidades de Uruguay por la pérdida de su bosque nativo.

Así, los vecinos de Punta del Diablo, un pequeño pueblo pesquero y turístico del departamento de Rocha, decidieron tomar cartas en el asunto y llegaron a Plantatón: una iniciativa promovida por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), los Ministerios de Ambiente y de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay, y la red de ong ambientalistas.

1.000 ARBOLES, EL INICIO DEL CAMBIO

«Algunos vecinos, pensando en esto de la recuperación de espacios y de evitar este tipo de propagación de incendios de pinos y acacia, empezamos a buscar una solución y llegamos al hallazgo de que quizá el bosque nativo puede llegar a ser una solución para la recuperación de espacios», cuenta a Efe Iván Ibarra, uno de los impulsores de la iniciativa.

En un espacio dominado por los pinos y las acacias, dos especies de árbol exóticas para Uruguay que rápidamente se convirtieron en invasoras, los incendios son frecuentes cuando sube la temperatura. De hecho, estas especies se reproducen con mayor facilidad cada vez que el suelo arde, por lo que el problema, lejos de solucionarse, siempre empeora.

Ahora, con este Plantatón que se sustenta mediante la financiación colectiva («crowdfunding») que se cierra el 31 de agosto, buscan llegar a 15.000 dólares para plantar 1.000 árboles nativos en una hectárea del parque público.

Pitanga, tala, ombú, chilca del monte, arrayán o coronilla son algunas de las especies que se plantarán en este puntapié inicial que será el Plantatón -el 27 y 28 de septiembre- para la recuperación del espacio y el reencuentro de una comunidad con las especies nativas que, por una razón u otra, han sido desplazadas.

«El pueblo está viendo que tenemos una oportunidad de recuperar un espacio que estaba perdido y es parte del parque donde juegan nuestros niños, nuestros jóvenes, donde los adultos vamos y hacemos distintas actividades y también para el turista», reflexiona Ibarra.

LA UNIÓN DE LA VECINDAD

Los vecinos de esta localidad, que vive un aumento exponencial de población en verano por su naturaleza y sus majestuosas playas, están sumamente comprometidos por la iniciativa e incluso ya se están organizando actividades con niños o adolescentes para ir limpiando el terreno a la espera de la llegada de los árboles.

Otra de las integrantes de la comunidad, la británica Katherine Muller, explica a Efe que esto será un proceso largo de «muchos años» ya que no se puede volver en poco tiempo al monte nativo.

Sin embargo, destaca la importancia del compromiso de muchos uruguayos que viven fuera del país y han donado e incluso de extranjeros que han visitado esta localidad y han decidido aportar.

Asimismo, el analista del Programa del Área Desarrollo Sostenible del PNUD, Flavio Scasso, explica a Efe que Plantatón se basa en una experiencia surgida en El Salvador y que, con esta intervención en Uruguay -que tendrá 11 plantaciones este año-, se busca impulsar la estrategia de recuperar el monte nativo en el resto de la región.

«Punta del Diablo es súper interesante porque está gran parte de la localidad involucrada en la Plantatón, la intendencia, liceos, escuelas, hay una movilización muy interesante de la comunidad local», narra y acota que una actividad como esta solo tiene sentido si se da con el respaldo de la gente.

Además, Scasso destaca que Uruguay cuenta con un buen respaldo de las autoridades y también nota que cada vez más las comunidades de cada pueblo o ciudad se interesan en el tema.

De esta forma, una comunidad uruguaya busca fondos para restaurar su tierra, cuidar sus casas y mantener vivo el espíritu de uno de los sitios naturales más visitados del país que quiere volver a sus raíces y recuperar el monte nativo perdido.

EFE

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