Las miradas que combaten el prolongado silencio sobre la dictadura uruguaya

El fotógrafo Federico Panizza (i) y la camarógrafa Elena Boffeta, posan durante una entrevista con Efe el 14 de mayo de 2021, en Montevideo (Uruguay). EFE/ Raúl Martínez

Por Federico Anfitti

El abrazo a los desaparecidos durante la dictadura cívico-militar uruguaya (1973-1985) y las imágenes que en 2020 llenaron muros con afiches se trasladan al mundo virtual y a una fotogalería a cielo abierto en otra edición de la Marcha del Silencio sin gente en las calles.

En la plaza Luisa Cuesta, bautizada así por una de las luchadoras más icónicas del colectivo Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos, fallecida en 2018 -a los 98 años- sin conocer el paradero de su hijo, el fotógrafo Federico Panizza y la camarógrafa Elena Boffeta hablan con Efe del colectivo Imágenes del Silencio.

Con la idea de mostrar «la permanencia de la lucha, de justicia, de verdad y preguntarse dónde están», en el marco de la marcha que se celebra cada 20 de mayo en el centro de Montevideo en memoria de los desaparecidos, el colectivo reflejará en sus redes sociales y en una fotogalería el impacto de su proyecto de 2020 «196 abrazos contra el olvido».

Si en ese momento personalidades uruguayas como el seleccionador de fútbol, Óscar Washington Tabárez, o los músicos Ruben Rada o Jorge Drexler posaron con carteles de 196 desaparecidos, esta vez las claves serán la apropiación virtual de los ciudadanos que apoyan la causa y la exhibición del trabajo de fotógrafos locales e internacionales que retrataron la huella de aquellos abrazos.

«Lo que nosotros quisimos fue lograr que, a través de una cara conocida, alguien se preguntara: ¿qué está sosteniendo? Para desenmascarar que no es solo un cartel, sino que era una persona que fue detenida desaparecida por un gobierno dictatorial, por el Estado uruguayo», apunta Panizza.

LA LUCHA A TRAVÉS DEL LENTE

La pandemia obligó a que en 2020 los habituales pasos en silencio devinieran en gritos desde las casas o redes sociales y se espera que este año la presencia virtual aumente.

Imágenes del Silencio, colectivo creado en 2014, no solo conmocionó con aquella muestra a miles de personas, que buscaron aportar su granito de arena posando en redes sociales junto a fotos de desaparecidos, sino también a los fotógrafos que retrataron lo ocurrido en la jornada del año pasado.

Por ello, este 20 de mayo se inaugurará en una plaza pública una exposición del Centro de Fotografía de Montevideo, en la que se recopilan las repercusiones de la Marcha del Silencio bajo la mirada de diferentes profesionales.

Allí, distribuidas en 27 paneles, 45 fotografías -entre ellas una de EFE- reflejan la sensibilidad que despertó en cada fotógrafo y el compromiso con un reclamo que no solo pertenece a los familiares de desaparecidos.

En 2020, miles de afiches con alguno de los 196 rostros invadieron los muros del país. Los uruguayos tiñeron sus casas, sus balcones o columnas del barrio con alguno de los símbolos que representan al movimiento.

Las redes sociales hablaron. Twitter, Facebook e Instagram se vistieron con la lucha y por ello Imágenes del Silencio decidió este año llevar sus fotografías al mundo virtual.

Boffeta fue una de las encargadas de filmar los momentos en los que cada referente se preparaba para fotografiarse con su respectivo desaparecido.

El ‘detrás de escena’, las reacciones de las personalidades al enfrentarse con ese rostro ausente, escuchar su historia y prepararse para posar ante las cámaras son algunos de los videos publicados en redes sociales.

«Queremos mostrar un poco ese proceso para que la gente se ponga adentro de las sesiones y después les hacemos una pregunta, que era ‘qué sentiste cuando abrazaste ese cartel de ese desaparecido'», explica.

Boffeta es italiana, llegó a Uruguay para trabajar y rápidamente se identificó con una lucha a la que busca aportar una mirada internacional.

«El tema de los desaparecidos, de gobiernos dictatoriales, es completamente internacional. Los derechos humanos, luchar contra esos gobiernos, seguir manteniendo la memoria de la gente que desapareció, luchando por lo que es justo y verdadero no es una cosa que tiene que ponerse solo en un país, tiene que pertenecer a todos», subraya.

Este año todas las iniciativas volverán a ser virtuales e Imágenes del Silencio publica cada día fotografías de las repercusiones de 2020, con la idea de que cada vez más personas se identifiquen con la causa.

«Hoy todos abrazamos a ese ser querido que es de todos. Todos entendemos que eso no es sola y exclusivamente de las madres y familiares; de alguna manera se los arrancamos de las manos para que también sean nuestros», concluye Panizza.

EFE

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