Del 5 al 8 de diciembre en la ciudad de Carmelo, se llevó a cabo el XVII Congreso de la FeNaPES, bajo la consigna “La educación pública enseña, resiste y sueña”.
Durante cuatro días más de doscientos delegados de los trabajadores docentes de la Federación Nacional de Enseñanza Secundaria de todo el país, realizaron el balance de lo actuado en los últimos dos años, así como también discutieron y resolvieron los lineamientos estratégicos para esa Federación en el próximo bienio.
Uno de los momentos destacados sucedió en la tercera jornada cuando por unanimidad y aclamación el plenario resolvió denominar a dicho congreso “Compañero Eduardo Bleier”.
Por otra parte, quedó conformado el nuevo Comité Ejecutivo, el cual asumirá en el mes de febrero.
Declaración final
«En los últimos cuatro días, las delegadas y los delegados de los trabajadores docentes de la Federación Nacional de Enseñanza Secundaria de todo el país hemos realizado el balance de lo actuado en los últimos dos años, así como también discutido y resuelto los lineamientos estratégicos para nuestra Federación en el próximo bienio.
Esta discusión se ha procesado, como caracteriza a nuestra organización sindical, en un clima unitario de respeto, frontalidad y fraternidad.
Hemos reafirmado la vigencia de nuestras luchas enmarcadas en las del movimiento sindical y popular.
Hemos reafirmado nuestro compromiso con la defensa de la educación pública y nuestro combate contra la privatización y mercantilización de la educación.
El XVII Congreso de FeNaPES se instaló, a pocos días del cierre del ciclo electoral en el Uruguay, que arrojó como resultado el acceso al gobierno de una coalición de derecha y ultra derecha, con componentes fascistas, lo que avizora el intento de realizar un rápido proceso de ajuste y retroceso en derechos, junto a la amenaza de
una escalada represiva ante la posible conflictividad social.
En este escenario, el movimiento popular deberá combinar la firmeza con la amplitud, generando un poderoso conglomerado social y político que permita enfrentar la aplicación de un proyecto político reaccionario y liberticida.
Hoy estamos, en un contexto nacional, regional y planetario con nuevas muestras del accionar de las concepciones neoliberales y fascistas que se extienden en la región. Donde se profundizan los ataques a los derechos conquistados por los trabajadores y pueblos, recortando libertades sindicales, derechos de trabajadores, jubilados y de gran parte de la población
Se hace necesario impulsar, entonces, una estrategia común de clase a escala nacional, regional y planetaria, asumiendo que el carácter de clase de la misma implica reconocer la existencia de múltiples organizaciones sociales protagonistas de ese proceso; y donde el internacionalismo proletario y la posibilidad de concretar alianzas sociales constituye una necesidad
A su vez planteamos nuestra profunda preocupación ante la profundización del accionar de dichas concepciones en Nuestra América con su expresión represiva de violencia policial y militar de los gobiernos conservadores.
Ante esto, nuestros pueblos no dejan de dar respuestas y defender sus derechos.
Manifestamos nuestro apoyo y solidaridad con la lucha de los pueblos hermanos, repudiamos la descarnada represión que se viene llevando adelante en amplias zonas de Nuestra América, cobrando víctimas fatales. Estaremos atentos y vigilantes a esta situación y dispuestos a movilizarnos en apoyo a la lucha de los
pueblos latinoamericanos por sus derechos y libertades.
En nuestro país, el movimiento sindical se ha expresado enfrentando posturas conservadoras, procurando frenar dichos avances con organización y movilización. No podemos darnos el lujo de abandonar este accionar, está en juego el futuro de nuestros pueblos.
Desde FeNaPES podemos afirmar que hemos difundido, debatido y militado a partir de nuestras definiciones entorno a la defensa de la educación pública y sus trabajadores y de nuestra militancia contra la reforma constitucional impulsada por el Senador Larrañaga.
Ya desde la campaña electoral el proyecto antidemocrático, autoritario y privatizador de EDUY21, reunió y consolido apoyos políticos por parte de quienes dicen defender la educación pública “para todos” pero defienden en los hechos los intereses de la educación privada.
Los anuncios del futuro gobierno y los acuerdos de coalición expresan grandes líneas de retroceso con respecto a lo que los trabajadores organizados hemos conquistado y con principios rectores de la sociedad uruguaya. Según lo anunciado por el gobierno entrante, este programa se expresará en un proyecto de ley de urgente consideración que intentará resolver en los primeros días de gobierno la implementación radical de los retrocesos señalados. El mecanismo elegido, demuestra las dificultades que tendrá este acuerdo político para
mantenerse en el tiempo y la necesidad del movimiento popular de enfrentar con firmeza esta primera embestida.
Se busca lesionar la autonomía de la ANEP dándole preeminencia al MEC respecto a ella. Junto a ello eliminar los consejos desconcentrados sustituyéndolos por gerentes generales, descartando a la vez cualquier atisbo de participación, al mismo tiempo que la representación de los trabajadores en el CODICEN aparece cuestionada, tanto sobre si existirá como si los eventuales consejeros serán meros espectadores.
Afectar la libertad de cátedra, que constituye un pilar histórico fundamental para fomentar el conocimiento democrático y el ejercicio plural del proceso de enseñanza – aprendizaje. Se combina esto con un uso tendencioso de la laicidad que intenta coartar expresiones legítimas de los docentes a efectos de generar miedo en el cuerpo docente para tener las mejores condiciones para imponer su proyecto conservador.
Se propone crear una regla fiscal que significa un ajuste económico brutal y prolongado, limitando sustancialmente la inversión estatal. Lo que profundizará la acción e injerencia del capital privado y los organismos internacionales con el objetivo de mercantilizar y privatizar la educación pública como botín de un negocio multimillonario que tanto se ansía obtener.
Se quiere lesionar los derechos laborales de los trabajadores de la educación, precarizando las condiciones de trabajo, sea por la modificación unilateral del Estatuto Docente, la aplicación de estatutos paralelos y la facultad discrecional de las direcciones liceales para la elección de los equipos docentes bajo el manto de la
“autonomía de centro”.
La FeNaPES rechaza enfáticamente estos planteos, los mismos confirman la denuncia que venimos realizando con respecto al avance en el mundo y la región de planteos y propuestas con contenidos de profundización Neoliberal y retrocesos pedagógicos conservadores.
El próximo año se define el presupuesto quinquenal y en él una parte relevante de la perspectiva educativa. El futuro se presenta complejo y de las fuerzas organizadas del movimiento popular movilizado en torno a un programa, dependerá evitar retrocesos y conquistar avances. Por ende, el trabajo para profundizar e impulsar nuestro proyecto educativo en conjunto con todo el movimiento popular, construyendo para ello y a partir de allí más organización sindical, es central y determinante.
Entendemos que debemos continuar trabajando desde los diferentes lugares del país en:
– La defensa de la educación pública
– La defensa de la libertad sindical en toda su extensión
– La unidad de acción del movimiento sindical a nivel nacional, regional y mundial
– La denuncia del avance privatizador y mercantilizador en la educación
– La profundización de nuestros planteos hacia la construcción de una propuesta educativa democrática y democratizadora, buscando generar el mayor marco de alianza con el conjunto de las organizaciones populares y el pueblo en general.
– La defensa y promoción del trabajador de la educación y las condiciones de estudio de nuestros jóvenes
– El necesario fortalecimiento de la organización sindical
¡En defensa de la educación pública. Enfrentando el avance neoliberal privatizador,
por un proyecto democrático y democratizador!
FeNaPES
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