INUMET emite un alerta naranja por tormentas

Vigencia: desde el 11/12/2025 a las 20:50, con próxima actualización a las 23:00

A esta hora de la noche, el país respira un aire espeso, como si la humedad hubiera decidido colgarse del cielo y esperar. Las primeras descargas eléctricas dibujan líneas breves sobre el horizonte, recordando que la atmósfera —esa materia que solemos dar por sentada— también tiene momentos de furia.

La advertencia de nivel naranja no es una fórmula automática: es la traducción técnica de un cuadro meteorológico que ya se siente en la superficie. Una perturbación avanza sobre una masa de aire húmeda e inestable y habilita el escenario para tormentas fuertes y, en algunos puntos, severas. No es solo el ruido del trueno: la combinación puede incluir lluvias abundantes en lapsos cortos, caída de granizo, actividad eléctrica intensa y rachas de viento capaces de mover techos livianos, carteles, ramas vencidas.

Los meteorólogos no hablan de certezas absolutas. Hablan de probabilidades, pero hoy esa probabilidad supera el 75%, un umbral que desplaza la alerta del terreno hipotético al terreno operativo: observar el cielo, evitar desplazamientos innecesarios, asegurar lo que pueda volarse. La dinámica de la tormenta obliga a un monitoreo continuo: cada ráfaga puede reconfigurar el mapa, cada núcleo convectivo puede transformarse en pocos minutos.

La lista de localidades afectadas se extiende como una cartografía transversal del país. En Canelones, desde Aguas Corrientes hasta Villa San José, pasando por Atlántida, Ciudad de la Costa, Pando, Las Piedras y Progreso, el corredor metropolitano queda expuesto al corazón del fenómeno.

En Colonia, la advertencia cubre Carmelo, Conchillas, Juan Lacaze, Tarariras, Rosario, Nueva Helvecia, Colonia del Sacramento y otras localidades del departamento, donde la inestabilidad suele entrar por el río y desordenar el paisaje con una velocidad que desconcierta incluso a los residentes acostumbrados al clima cambiante.

En Florida, 25 de Agosto, Cardal, Chamizo y la capital departamental figuran en la zona de riesgo.

El parte es aún más directo para Montevideo y San José: todo el departamento bajo advertencia.

En Soriano, Cardona aparece como punto incluido dentro del radio vigilado.

Se trata, en definitiva, de un país en estado de escucha: ventanas que vibran, animales que presienten, radios que interrumpen la programación para releer el parte. La advertencia no busca generar alarma, sino atención. Los eventos meteorológicos de esta escala no son inéditos, pero sí requieren la misma cautela que un viajero tendría al atravesar un puente en plena crecida: un reconocimiento del riesgo, un paso atrás para mirar mejor.

La próxima actualización llegará a las 23:00. Hasta entonces, el cielo seguirá hablando en su idioma de destellos, y el país —de Carmelo a Pando, de Florida a Montevideo— seguirá pendiente de lo que ocurra sobre sus techos.

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