El rompecabezas de Diego Alonso

En la imagen el seleccionador uruguayo de fútbol, Diego Alonso. EFE/ Raúl Martínez

Sin un solo gol a favor en los dos primeros partidos, irreconocible ante Corea del Sur y Portugal, Diego Alonso, el seleccionador de Uruguay, acapara el foco para el partido decisivo de este viernes contra Ghana, con el desafío de reencontrar al equipo ganador, atrevido, intenso y ambicioso de las eliminatorias sudamericanas, tras la vuelta sin éxito que le dio al sistema y al once el pasado lunes, entre un rompecabezas por resolver, con la victoria como única vía para alcanzar los octavos de final.

Más allá de planteamientos, demasiado contemplativos con sus adversarios, todos sin éxito, con Uruguay desconocida cuando se mira al espejo de las eliminatorias previas, hasta ahora ocho jugadores han repetido en los dos partidos del Mundial 2022: el portero Sergio Rochet, el titular indiscutible desde que Diego Alonso tomó el mando de la selección; los centrales José María Giménez y Diego Godín; los centrocampistas Federico Valverde, Rodrigo Bentancur y Matías Vecino; y el delantero Darwin Núñez.

Y ha empleado a seis más de inicio en los dos duelos, pero en una ocasión: Luis Suárez y Edinson Cavani, en el ataque, el primero titular ante Corea del Sur y el segundo frente a Portugal, con ambos con participación en los dos choques; igual que Martín Cáceres y Guillermo Varela, en el lateral derecho; el central Sebastián Coates, ante el conjunto luso; y el extremo Facundo Pellistri, titular ante Corea del Sur.

También han participado como recurso entrando desde el banquillo tanto Matías Viña, como sustituto en el lateral izquierdo de un irregular Olivera, como los hombres de perfil ofensivo como Nicolás de la Cruz, que entró ante Corea; De Arrascaeta, que surgió tras el gol en contra de Portugal; y Maxi Gómez, que dispuso de minutos en la segunda jornada ante el conjunto luso e incluso estrelló un tiro en el poste, aún con 1-0 en contra.

Aparte de Ronald Araujo, que sigue con su proceso de recuperación de la lesión en el aductor que padeció el 24 de septiembre, no han tenido recorrido aún en el Mundial 2022 otros siete jugadores: los dos porteros suplentes (Fernando Muslera y Sebastián Sosa), el lateral José Luis Rodríguez, los centrocampistas Manuel Ugarte, Lucas Torreira y Agustín Canobbio y el extremo Facu Torres, sin un solo minuto ni ante Portugal ni ante Corea del Sur.

¿LUIS SUÁREZ, PELLISTRI, DE ARRASCAETA…?

Su tercer once tiene varias dudas por resolver. Una es el compañero de Darwin Núñez, aparentemente fijo en el esquema, más allá de su gris actuación hasta ahora en el torneo, entre Luis Suárez, titular frente a Corea y goleador tres veces en las eliminatorias sudamericanas, o Edinson Cavani, el elegido ante Portugal. En ambos, el sustituto mejoró al sustituido, porque Uruguay demostró más ambición en el tramo final de ambos encuentros.

Otra es el lateral derecho, probablemente con el regreso de Martín Cáceres a ese lugar en la línea de cuatro en defensa. Sin Araujo, que previsiblemente será baja por tercer choque consecutivo en el Mundial, el experto campeón de la Copa América 2011 fue el elegido ante Corea. Fallida la irrupción de Varela en el 5-3-2 con Portugal, Cáceres apunta al once. La otra alternativa es José Luis Rodríguez, que no ha jugado ningún minuto con la selección mayor.

Y otras dos enfocan al centro del campo. El naufragio de Vecino ante Portugal, pero, sobre todo, el impulso que significó la entrada de Facundo Pellistri y Giorgian de Arrascaeta, dos futbolistas más desbordantes, más preparados para la ofensiva, transformó el dibujo de tres medios centros por el que había apostado hasta ahora Diego Alonso; ese triángulo al que le ha faltado fluidez formado por Vecino, Rodrigo Bentancur y Fede Valverde. Los dos últimos son indiscutibles en las alineaciones. El primero dejaría su sitio frente a Ghana.

Arrascaeta y Pellistri pidieron paso ante Portugal. «Mejoró el equipo. Lo estaba pidiendo el partido. Necesitábamos más juego. Yo creo que, igualmente, el segundo tiempo empezó con nosotros siendo mejores que en la primera parte (…). Con el ingreso de esos dos futbolistas tuvimos más desequilibrio, más juego interior y más posibilidad», opinó Alonso. Hay más opciones, como Nicolás de la Cruz, o incluso un medio centro más de contención, caso de Lucas Torreira, para darle más vuelo ofensivo a Valverde.

Diego Godín, titular los dos primeros partidos, y Sebastián Coates, de inicio ante Portugal en la composición de tres centrales que ideó Diego Alonso, se disputan la otra plaza del once, en el que, salvo sorpresa, deberían repetir de inicio el portero Sergio Rochet, José María Giménez y Mathias Olivera -con la alternativa de Matías Viña-, Federico Valverde, Rodrigo Bentancur y Darwin Núñez, previsiblemente dentro de la estructura de cuatro defensas que retomará ante Ghana.

LA INEFICACIA DEL CAMBIO DE SISTEMA

Porque, entre las declaraciones de Edinson Cavani o José María Giménez, con cierto grado de crítica por el planteamiento con el que entró el equipo, aunque desde la Asociación Uruguaya de Fútbol le restan dimensión a tales palabras, hay una certeza irrebatible: la línea de cinco (o de tres centrales, según la perspectiva) frente al equipo luso no funcionó. Tampoco el diseño preestablecido del partido. Ni su puesta en escena. Ni en la presión ni en la salida del balón ni en la profundidad por las bandas ni en la generación ofensiva ni en el control de la posesión ni en ninguno de los aspectos cruciales de cualquier partido.

Los cambios tampoco fueron una solución. Ni Edinson Cavani, por Luis Suárez; ni Guillermo Varela, como carrilero por Martín Cáceres; ni la inclusión de un central para la línea de cinco por un extremo, Facundo Pellistri, dentro de un equipo incomparable con el que entró con determinación en las eliminatorias. También decepcionó frente a Corea del Sur, entonces con una línea de cuatro atrás, sin fluidez en el medio, más pendiente de su portería que de la contraria, para llegar dónde está ahora: victoria o eliminación. No hay términos medios.

Diego Alonso debe tomar decisiones. Más allá de la elección de la alineación, también clave, está la proposición de un camino más ofensivo y ambicioso para lograr un triunfo imprescindible, tal y como se espera en el duelo ante Ghana. «Vamos a buscar la victoria e intentaremos formar, ya sea el sistema o los jugadores que van a estar en cancha, buscando lo que más nos convenga», expresó minutos después de la derrota frente a Portugal.

«Intentaremos dar todas las herramientas a los jugadores para poder hacerlo lo mejor posible. Tengo mucha confianza en los futbolistas. Estoy convencido de que el próximo partido será duro, pero vamos a ir con todo para poder ganar y clasificar», anunció entonces el entrenador, que ultima la puesta a punto de su equipo a puerta cerrada. A todo o nada, contra Ghana, el viernes, cuando comprobará si ha resuelto o no el rompecabezas del Mundial 2022. (EFE)

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