Artigas y la Independencia del Uruguay

Daniel Abelenda

En nuestro país es costumbre realizar el acto oficial del 25 de Agosto, que recuerda la Declaración de Independencia de 1825, en la Piedra Alta, en la ciudad de Florida, lugar donde los diputados orientales presididos por el Presbítero Larrobla, tuvieron el coraje de dar semejante paso, cuando aún transcurría la guerra con el Brasil.

En efecto, durante la corta década (1811-20) de su actuación pública, fue madurando en el caudillo la idea de que nuestro país – la Provincia Oriental- formara parte de una Estado mucho mayor que el actual Uruguay. En el Departamento de Colonia, el acto central tiene lugar en la Plaza Artigas de la ciudad de Carmelo. Pero si revisamos nuestra Historia, veremos que el 25 de agosto -el contenido de la declaratoria- está muy lejos del ideario de Artigas.

En toda su correspondencia de estos años, Artigas habla de los “Americanos del Sud”, e incluso, expresa en un carta de 1818 al Presidente Monroe de los EE. UU., su “vehemente admiración” por esa nación y su sistema federal, entonces compuesto de 13 estados, cada uno con su propia Constitución.

«Yo, José Artigas, nacido en la Provincia Oriental y ciudadano de América…»
Testamento del Prócer (Asunción, 1850).

Práctico y conocedor que las revoluciones rompen con el presente pero no con el pasado, nuestro Prócer, seguramente tuvo como horizonte recrear –sobre bases republicanas- el Virreinato del Río de la Plata, la última división administrativa antes de la Revolución de 1810.

Esto es, los actuales Uruguay, Río Grande,  Argentina, Paraguay, la mitad sur de Bolivia, más una franja sobre el Pacífico (actual norte de Chile).

Las circunstancias políticas hicieron que solo pudiera avanzar hasta la formación de la “Liga Federal” (una alianza con Entre Ríos, Santa Fe, Misiones y Córdoba), que tuvo breve existencia, pues se derrumbó a partir de 1816 con la invasión portuguesa y la estrategia centralista (los “unitarios”) de Buenos Aires, logrando que los caudillos del Litoral abandonaran a Artigas.

Retirado al Paraguay desde 1820, este ya llevaba un lustro de ostracismo cuando en Florida se declaró nuestra “independencia” del Brasil, y su “unión a las demás Provincias Argentinas”.

La posterior mediación británica trastocó incluso este proyecto, y creó un “buffer state”, un pequeño país que amortiguara los conflictos entre los dos grandes vecinos (Convención Preliminar de Paz, 1828).

A José Artigas, el más demócrata y libertario de todos los próceres americanos, debemos recordarlo en varias fechas y con legítimo orgullo nacional, pero no el 25 de Agosto.

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