UNASEV llega a Colonia y reabre preguntas sobre la seguridad vial del departamento

El presidente de la Unidad de Seguridad Vial (UNASEV), Marcelo Metediera, estuvo este lunes en Colonia. Se reunió con autoridades de la Intendencia y, acompañado por la Secretaria General Belén Rico Skerl y el director de Tránsito Jhonny Diego, presentó cifras que se repiten en cada informe nacional: en Uruguay, fallece al menos una persona por día, se registran 59 siniestros diarios y 75 lesionados en promedio.

UNASEV anunció prácticas educativas, encuentros con la Jefatura de Policía, con la Junta Departamental y con la Dirección de Salud. La agenda es amplia, pero la pregunta que queda en segundo plano es otra: ¿qué ocurre específicamente en Colonia?

El comunicado oficial no lo dice. Tampoco detalla por qué este departamento —con tránsito turístico, camiones rumbo a Nueva Palmira, motos que multiplicaron su presencia en la última década y rutas nacionales que atraviesan zonas urbanas— es un territorio clave para entender el comportamiento vial del país.

La visita de UNASEV coincide con fenómenos que no están mencionados, pero sí son visibles:

Cada uno de estos elementos introduce incertidumbres. ¿Cuántos siniestros involucran motos en Colonia? ¿Qué zonas concentran mayor conflictividad: carreteras, centros urbanos, accesos portuarios? ¿Cómo inciden los cambios en los hábitos de movilidad? ¿Qué rol juega la infraestructura? ¿Y la fiscalización?

UNASEV plantea que es “fundamental trabajar en territorio”. La afirmación abre una duda razonable:
¿Qué encontró UNASEV en Colonia para poner el foco en este momento?
La respuesta no aparece en el comunicado.

En paralelo, el trabajo anunciado junto a la Dirección de Salud sugiere otro ángulo no explicitado: la atención de siniestros como eslabón crítico del sistema, desde el primer auxilio hasta la rehabilitación. ¿Cuál es hoy la capacidad de respuesta del departamento? ¿Qué tiempos de traslado se manejan? ¿Qué diferencias hay entre zonas urbanas y rurales?

El discurso oficial enfatiza la colaboración institucional y la necesidad de sensibilizar. Pero lo que delimita el problema —las cifras departamentales, los puntos negros, las tendencias locales— permanece sin detallarse. Y en un departamento donde confluyen turismo, logística portuaria y tránsitos urbanos crecientes, la visita de UNASEV abre más preguntas que certezas.

Colonia, con su mezcla de rutas nacionales, ciudades históricas y actividad portuaria, puede ser un caso testigo de la movilidad uruguaya en esta década. La presencia de UNASEV lo sugiere, aunque no lo diga explícitamente.
La tarea periodística es seguir interrogando lo que aún no aparece en los comunicados.

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