Acelerar el crecimiento: la transformación digital de las mipymes uruguayas

En la imagen, el secretario permanente del Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA), Javier Paulinich. EFE/Miguel Gutiérrez/Archivo

Por Federico Anfitti

Un vendedor ambulante que controle los precios del mercado en su celular, pequeñas empresas locales con soluciones digitales para gigantes mundiales o un emprendimiento rural que crea una web para dar un salto. Esa es la transformación digital hacia la que transita Uruguay.

Este país suramericano cuenta con una plataforma tecnológica de primer nivel, una infraestructura digital que lo coloca en los primeros lugares del mundo e incluso hace que integre el Digital 9 (D9) y esté varios escalones por encima de la media en la región.

De hecho, el Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA) tiene en la mira la reducción de esta brecha regional: solo el 40 % de las mipymes en América Latina utilizan página web.

«Queremos justamente vincular el tema de la transformación digital con las mipymes porque es una manera de fomentar y fortalecer la gestión digital a costos razonables para ellos», cuenta a Efe el secretario permanente de SELA, Javier Paulinich, quien agrega que «lo único bueno» de la pandemia es que ha acelerado este proceso.

«Me encantaría ver que el verdulero que tiene su carreta en la calle utilice su celular para ver cómo están los precios en el mercado, a qué hora tiene que recoger la fruta o verdura de sus proveedores, llegar a ese nivel de que sea realmente una herramienta útil que les permita ser más competitivos», reflexiona.

Para fomentarlo, el próximo 22 de julio SELA organizará una reunión virtual donde se buscará «diseñar una hoja de ruta» para fortalecer a las mipymes en un contexto de «pospandemia». Allí, el foco estará en la formalización del trabajo, el acceso a la tecnología y la transformación digital.

«Queremos llegar a acciones muy concretas de acercamiento a las mipymes, organizar cursos, buenas prácticas, reuniones. Esa es la única forma de que ellas puedan beneficiarse de esa transformación en curso de la región», resalta.

URUGUAY, CUNA TECNOLÓGICA

Una de las mipymes uruguayas dedicadas a las TIC es Simple Tech, una empresa de soluciones tecnológicas que trabaja con un gran abanico de compañías (bancos, aseguradoras, salud) e incluso es proveedor oficial de WhatsApp y, a partir de ello, se ha dedicado a la creación de chatbots y fue la primera en el mundo «en haber integrado la biometría de voz» a la aplicación.

«Construimos una solución que, por un lado, te permite automatizar procesos, interacciones y a su vez complementar la atención humana con la automatizada», cuenta a Efe su director de Innovación, José Horta, quien apunta que, gracias a este tipo de soluciones, las empresas pueden «gestionar la masividad».

Según el especialista en TIC de la agencia de promoción de inversiones y exportaciones Uruguay XXI, el país «ha implementado una serie de políticas exclusivas que apuntan a incentivar el desarrollo y la transformación tecnológica de las empresas, involucrando tanto a actores del mundo del público o privado».

En su opinión, «las TIC en todo este contexto de pandemia han sido muy relevantes y han salido fortalecidas».

Al igual que SimpleTech, NocNoc es otra empresa tecnológica uruguaya. Con una mirada puesta en el mundo, esta compañía de comercio electrónico hace de «puente» y conecta vendedores digitales de Estados Unidos y China con grandes países de Latinoamérica, según detalla Ilan Bajarlia, uno de sus fundadores.

Bajarlia sostiene que una de las ventajas de desarrollar estas empresas desde Uruguay es que «te hace pensar global» y enfatiza que si las compañías no se adaptan al cambio tecnológico «no podés existir» por la competencia transnacional.

LA PARADOJA DE LAS MIPYMES URUGUAYAS

El avance en infraestructura se contrapone con la realidad de las mipymes locales, que suponen un 99 % de las empresas uruguayas y, en su mayoría, rechazan una transformación tecnológica.

Así lo ve la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE) del país y por eso va a desarrollar, junto al Banco Interamericano de Desarrollo (BID), un programa de inversión y fomento para la transformación digital de las mipymes.

«Nuestro país está muy rezagado en comparación con otros de América Latina y el Caribe. Estamos en el lugar 47 de 134 países en cuanto a adopción digital por parte de las Pymes», dice a Efe la presidenta de ANDE, Carmen Sánchez.

Uno de los ejemplos que resalta Sánchez es el de la Central Lanera Uruguaya, que utiliza drones para el conteo de ganado ovino. El coordinador del Centro Tecnológico Ovino, Ignacio Mullin, sostiene a Efe que esta herramienta fue desarrollada a partir de la necesidad de los productores de llevar un mayor control de sus animales y dejar de hacer conteos manuales que, además de imperfectos, provocan molestias en el ganado.

Muchas empresas ni siquiera cuentan con una página web. Eso hace que con este programa de unos 15 millones de dólares -con el que se busca llegar a unas 15.000 empresas- pueda revertirse la situación.

Así también piensa la especialista de la División de Competitividad, Tecnología e Innovación del BID en Uruguay, Marieke Goettsch, quien describe esta «paradoja uruguaya» como algo que hay que cambiar y, para ello, no alcanza con la inversión, sino que hay que ir al terreno a convencer a la población.

«Ya estamos diseñando en paralelo al arranque de préstamo una estrategia de sensibilización general, con un enfoque de género; esto va a ser muy fuerte en el primer año, dar a conocer la importancia de la transformación digital, el programa, los instrumentos que existen», concluye.

EFE

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