En el marco de la “carpa de la dignidad” instalada en Plaza Independencia, en Montevideo, el dirigente de la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL), Enrique Méndez, expuso la posición sindical sobre el momento que atraviesa la cadena láctea y se refirió -entre otros temas- a la situación de CALCAR.
Méndez señaló que, aunque las últimas novedades vinculadas a la cooperativa “son mejores”, la defensa de la planta de Tarariras continúa siendo una prioridad para el movimiento sindical. La FTIL trabaja en conjunto con los trabajadores de CALCAR para acompañar el proceso que atraviesa la empresa y monitorear su sostenibilidad productiva y laboral.
El dirigente enmarcó este escenario en la necesidad de avanzar en «políticas que permitan la participación de trabajadores y trabajadoras en los ámbitos de discusión sobre desarrollo productivo.» Sostuvo que esa presencia es clave para aportar una visión desde el trabajo en un sector que enfrenta desafíos económicos y reestructuras.
En ese contexto, Méndez remarcó que la FTIL busca integrar el Instituto Nacional de la Lechería (INALE), donde —según afirmó— la federación es la única organización excluida. Consideró que la participación sindical en ese espacio permitiría aportar elementos en la planificación estratégica de la industria y en la evaluación de los procesos que afectan a las plantas y a sus trabajadores.
Las declaraciones de Méndez vinculan la situación de CALCAR con una perspectiva más amplia del sindicato, centrada en la sostenibilidad del empleo y en la necesidad de formar parte de los ámbitos donde se define el rumbo del sector lácteo.
