Dr. Mario Caffera (Amigos del Viento): «Esto volverá a pasar, debemos tener en cuenta las construcciones futuras»

Dr Mario Caffera (foto: El Espectador)

Entrevistaron  Elio García y Miguel Guaraglia |

«Amigos del Viento» es una sociedad civil dedicada  a la promoción de actividades educativas y de divulgación de la Meteorología y las disciplinas científicas relacionadas. Con el Dr. Mario Caffera integrante de la misma hablamos sobre los últimos acontecimientos climáticos que se han sucedido en nuestro país.

Caffera es Licenciado en Ciencias Meteorológicas, Doctor en Ciencias de la Atmósfera y los Océanos y obtuvo en Bélgica una Maestría en Ciencias del Medio Ambiente. Ha publicado varias investigaciones académicas sobre cambio y tendencias climáticas en el país.

 

¿Existen políticas en Uruguay que incluyan estos cambios en el clima?
Claro que sí, antes no existían políticas sobre cambio climático.

¿Cuál es la realidad del Uruguay en este tema?
Desde el año 1982 se dejó de invertir en servicios meteorológicos. Han pasado gobiernos de todos los pelos, aquí somos todos culpables.

¿Cuál es la situación en la actualidad?
Estamos igual que hace 20 años o peor, porque hay un deterioro continúo en los monitoreos. Se cree que con ver los eventos desde un satélite alcanza. Repito esto viene pasando desde 1982. Esto se puede ver en todos los presupuestos nacionales.

¿Qué deberíamos hacer como país?
Habría que invertir en sistemas de monitoreo por Dinagua e Inumet.

¿Cómo estamos en Carmelo?
Cuando estuvimos allí habíamos identificado un montón de problemas de infraestructura motivados por el crecimiento de la ciudad. Se insiste en edificar en zonas inundables o por debajo de ciertas cotas, sin hacer caso a los planes directores de obra, algo que se ve en Carmelo pero también en toda América Latina.

¿Estaríamos hablando de un fenómeno cultural?
La cultura del «acá no pasa nada». Tendríamos que remontarnos al año 1985 cuando el tornado pasó por Carmelo. Y esto no lo vamos a arreglar con un radar, porque el tornado llegará igual.

De todas maneras en los últimos años han habido aquí en la zona eventos importantes.
Sí y estuvieron precedidos de anuncios de fenómenos severos.

En el caso del tornado de Dolores ¿hubo información previa indicando las posibilidades de este fenómeno?
Sí, se dio información. Las alertas con los diversos colores estaban. Ustedes lo escucharon diez horas antes por el servicio argentino. Argentina insistía en granizo. El asunto es que este tipo de advertencia no es retomado por los medios de prensa y cuando lo hacen es para criticar.

¿A qué criticas se refiere?
Por ejemplo diciendo que fue más fuerte que lo previsto, «no me dijeron que iba pasar por acá». Eso no se puede saber ni siquiera con radar. Aquí hay un problema cultural muy grande, difícil de revertir, porque tiene que ver con el comportamiento humano. Pongamos como ejemplo Japón. Hay una advertencia de tsunami y no se da. El 90% de estos anuncios es así, no pasa nada. Los japoneses dicen «que suerte que no hubo tsunami», nadie se cuestiona por qué lo advirtieron mal. En cambio nosotros no actuamos así. Aquí habría que trabajar en cultura de prevención y los medios de prensa deberían ponerse en su rol social. Tenemos muy mala memoria, no tomamos estos hechos como lecciones, decimos «ya pasó y será difícil que vuelva a suceder.»

¿Cuál es el gran desafío para cambiar esta actitud?
La educación y los sistemas de monitoreo. Acá debemos dar un tirón de orejas a todo el sistema político y no al partido de gobierno. En el presupuesto nacional había unas partidas adicionales y las redujeron en el Parlamento por el conflicto de la enseñanza. Hubo que sacar de un lado para poner en otro y allí estuvieron todos de acuerdo.

¿Qué debemos tener en cuenta de esta tormenta?
Que esto va volver a pasar y que las nuevas cotas la deberemos tener en cuenta en todas las construcciones futuras. Ustedes conocen lo que ha pasado con los desagües en las principales calles de Carmelo y que pasa con los barrios. Es un problema que nos atañe a todos, no solo es responsable el Alcalde, el Presidente. Estamos acostumbrados a una mala prensa desde enfrente con pizza y champagne.

 

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