Cobertura universal y retener talento, propuestas de Uruguay para la OPS

En la imagen, el ministro de Salud Pública de Uruguay, Daniel Salinas. EFE/Federico Anfitti/Archivo

Por Santiago Carbone y Concepción M. Moreno

Mejorar la cobertura sanitaria universal y evitar la migración del talento son dos de las propuestas con las que Uruguay buscará acceder a la presidencia de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Así lo indica el ministro de Salud Pública y candidato al cargo, Daniel Salinas, durante una entrevista con la Agencia Efe, en la que repasa las condiciones del sistema sanitario en su país y resalta su «capacidad de adaptación» para poder estar al frente del organismo.

Muy crítico con el «gran rezago» del mecanismo Covax para el reparto de las vacunas anticovid, auspiciado por la OPS, y con la falta de «reflejos» y de «rapidez» en su respuesta ante algunas crisis, el ministro dice que su propuesta se basa en «una OPS donde el centro sea la persona, el ser humano más allá de las políticas generales».

UNA NUEVA LÍNEA DE TRABAJO

Partiendo de ahí, se halla en plena campaña para recabar apoyos y, a finales de septiembre, pugnará con el panameño Camilo Alleyne, el brasileño Jarbas Barbosa Da Silva, la haitiana Florence Duperval Guillaume, la mexicana Nadine Flora Gasman Zylbermann y el colombiano Fernando Ruiz Gómez para relevar a la dominiquesa Carissa Etienne.

Adelanta que, en caso de ser electo, buscará otra línea de trabajo para hallar las «oportunidades de mejora».

Al momento de plantear sus ideas, Salinas destaca la importancia de que exista en los países la cobertura universal de salud, indica que deben atacarse los problemas que las catástrofes generan en ciertas regiones y hace hincapié en la necesidad de retener el talento.

«Tuvimos la oportunidad de estudiar el sistema de cada país y vimos que realmente hay muy pocos que tienen un sistema de seguridad social fuerte, que esté vinculado al trabajo», explica el ministro sobre el primero de estos puntos.

Dice que debe trabajarse en algo «muy sensible» para los países de Centroamérica y el Caribe, pues están «muy desamparados» ante los eventos catastróficos que sufren.

«Hay que profundizar más en esto. Hay que tener una fuerza de despliegue sanitario desde la OPS que tenga la capacidad, frente a la necesidad del país que la solicite, de que lleguen aviones con equipos médicos, con hospitales quirúrgicos móviles, que puedan desempeñarse allí en estas circunstancias de desastre», explica.

Y remarca: «Esa pata sanitaria, más allá de otras interacciones, la consideramos fundamental».

Por otro lado, Salinas se detiene para profundizar en la importancia de la retención del talento frente a la migración que aleja a muchos profesionales.

«Hay una diferencia irritante entre la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) y América Latina y el Caribe en cuanto a la disposición de recursos médicos y a lo que es recursos humanos en salud. Hay un déficit. Además hay una migración del talento, que es increíble porque los países invierten mucho en capital humano y luego emigran», dice.

VIRTUDES URUGUAYAS

Este médico neurólogo de 60 años, que asumió como ministro de Salud Pública de Uruguay el 1 de marzo de 2020, alcanzó rápido protagonismo en el Gobierno de Luis Lacalle Pou  debido a la declaración de emergencia sanitaria por la covid-19 apenas 12 días después de iniciado el mandato.

Uruguay, que fue considerado un modelo en todo el mundo por el manejo de la crisis sanitaria, «tiene muchas virtudes», enfatiza el ministro, quien cuenta que su país asesoró a otros 21 que lo pidieron y lo hizo siempre «de forma abierta y solidaria».

Consultado sobre sus bondades para asumir el máximo cargo sanitario en el continente, el ministro subraya su capacidad de adaptación, su resiliencia, su capacidad de trabajar en equipo, su facultad de liderazgo y su forma de humana de trabajar, cercana a los problemas.

Por ello, concluye que Uruguay «merece la oportunidad» de estar por primera vez al frente de la OPS, algo que ya lograron Estados Unidos, en cuatro ocasiones; Argentina, dos; Chile, México, Barbados y Dominica (en la actualidad), una.

«Es una oportunidad de mostrar que Uruguay es un cooperante a nivel internacional, no es un jugador global en términos de peso cuantitativo, pero sí tiene elementos cualitativos que pueden hacer la diferencia y ponerlas al servicio», concluye. (EFE)

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