Yo estuve aquí en Carmelo

Yo estuve aquí. (foto: El periscopio)

Por Elio García |

Me gusta esta foto de Tomás de Mattos, porque en ella está señalando su lugar y me lo imagino cuando lo conocí por primera vez. Cuando charlamos un ratito en esta ciudad.

Lo recuerdo hace muchos años aquí en Carmelo, en Librería Bombaci. Estuvo en esa tradicional librería carmelitana firmando autógrafos y hablando con sus lectores. El autor de «¡Bernabé, Bernabé! un libro mayor de la literatura oriental que nos introduce en un período de nuestra historia inquietante, los años 1831 a 1832.

Mattos me firmó su libro el 6 de noviembre de 2002 y me lo dedica: «A Elio García, esta historia dolorosa y cruenta, en la que comenzamos a despegar nuestro destino del Ideario Fraternalmente, Tomás de Mattos.»

Recuerdo aquel día y pienso ahora  la importancia que este hombre le daba a los detalles y el tiempo que nos dedicaba a nosotros los lectores y que importante es algo que quizás para muchos no sea  para tanto, pero la presencia del escritor, el librero y el lector es un hecho cultural destacable, que sucedió, lo repito, en Librería Bombaci hace unos catorce años.

El 21 de marzo de 2016, a las 15 horas 10 minutos recibí  este triste e-mail, venía de la editorial Penguin Random House y decía:

 

«Con enorme tristeza comunicamos la noticia de que Tomás De Mattos ha fallecido en el día de hoy.
De todas las cualidades que pueden destacarse de su personalidad, hoy queremos recordar la más importante: era un extraordinario ser humano. Solidario, generoso, mesurado, humilde, sabio. Un hombre que siempre defendió sus valores a través de la acción. Los años compartidos en el trabajo junto a él fueron, para todos quienes tuvimos la fortuna de acompañarlo, un ejercicio de aprendizaje y de alegría.
Era, por supuesto, un enorme escritor. A finales de los años ochenta, conmovió el panorama literario con su novela ¡Bernabé, Bernabé!. Antes había publicado algunos volúmenes de cuentos, y más adelante asombró con un brillante ejercicio literario donde creaba una nueva obra a partir de la novela de su admirado

Melville, Benito Cereno, dando lugar a La fragata de las máscaras. Luego llegaron dos trabajos monumentales, La puerta de la misericordia, sobre la vida de Jesús y El hombre de marzo, quizás la más completa obra sobre José Pedro Varela que se ha escrito.

 

La verdadera entidad de estas obras la dará el tiempo, por su extraordinaria calidad artística y la profundidad de los conceptos que abarcan.
En 2014 Tomás publicó Don Candiño o Las doce orejas, una novela que lo acercó a nuevos lectores, y que detrás de su trama “amena” (como a él mismo le gustaba describirla), esconde su profunda mirada sobre el espíritu humano, con sus contradicciones y grandezas.
Tomás De Mattos ya es un referente ineludible de la literatura uruguaya y mundial. Vamos a extrañar su bondad, su alegría, su humor y sus valores, en estos tiempos donde necesitamos más gente como él.»

 

 

 

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