La ‘selección científica’ de Uruguay dijo adiós tras darlo todo en la cancha

En la imagen, los integrantes del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) de Uruguay Fernando Paganini (i), Rafael Radi (c) y Henry Cohen (d). EFE/Raúl Martínez/Archivo

Por Concepción M. Moreno

El Grupo Asesor Científico Honorario (GACH), una suerte de ‘selección’ de los mejores expertos de distintas especialidades que ayudó al Gobierno de Uruguay durante la pandemia, se retiró este miércoles tras darlo todo en el terreno de juego y en momentos en que no era muy tenido en cuenta por el ‘cuerpo técnico’.

Si nos atenemos a las metáforas futbolísticas con las que los expertos trufaron sus ruedas de prensa sobre la covid-19 durante 14 meses de trabajo codo con codo con el Ejecutivo, el bioquímico Rafael Radi, el gastroenterólogo Henry Cohen y el matemático Fernando Paganini, sus tres coordinadores, dijeron adiós a los aficionados que les alentaron en este tiempo pero sin ser muy considerados por los ‘entrenadores’ en los últimos tiempos.

Los expertos serán homenajeados próximamente en una especie de ‘partido de despedida’ que organizarán junto a las autoridades que, en marzo de 2020, tomaron la decisión de elegir a los mejores científicos del país para luchar contra la covid-19.

NACE EL GACH

El 13 de marzo de 2020 se declaró en Uruguay la emergencia sanitaria por la detección de los cuatro primeros afectados por el coronavirus SARS-CoV-2. Poco después el Ejecutivo de Luis Lacalle Pou (centroderecha) acudió a los especialistas para saber con quién debería contar para un equipo que ayudase al Gobierno en la gestión de la pandemia.

El nombre de Radi, primer uruguayo nombrado por la National Academy of Sciences de Estados Unidos como científico extranjero asociado, fue el elegido para organizar un grupo, que empezó a funcionar el 16 de abril de 2020.

«El presidente anunció que el Gobierno definió la creación de un grupo al más alto nivel encargado de evaluar las medidas aplicadas», fue el texto publicado en la web de Presidencia un día después como presentación de los expertos, ‘cedidos’ -como si de futbolistas se tratase- por la Universidad de la República (Udelar) y las Academias de Medicina y Ciencias.

Unos 60 expertos de todas las ramas científicas, incluidas Sociología y Psiquiatría, bajo el paraguas de Radi, como coordinador, Cohen y Paganini, como responsables de las áreas de Planificación Salud, Asistencia y Prevención, el primero, y Modelos de Datos, el segundo, empezaron a proveer de información al Ejecutivo para la toma de decisiones sobre la pandemia.

No obstante, como reconoció Radi a Efe en abril pasado, con motivo del aniversario del GACH, esos informes nunca fueron vinculantes. Las decisiones, en último caso, siempre fueron potestad de la política.

Durante los primeros nueve meses de la pandemia en el país suramericano, Uruguay fue considerado un ejemplo a nivel mundial, con cifras muy controladas de casos diarios y muertes. Y los coordinadores del GACH adquirieron fama inusitada, con comparecencias ante la prensa tan divulgativas como tranquilizadoras, que empezaron a ser seguidas por buena parte de la población, que los conocía casi tanto como a estrellas del balompié.

CAMINOS DIVERGENTES

Tras un tiempo de matrimonio feliz, la llegada del verano austral a Uruguay y la necesidad de una reactivación económica llevaron el Ejecutivo a distanciarse de algunas medidas propugnadas por los expertos, encaminadas a reducir la movilidad.

En febrero, primero, y posteriormente en vísperas de la llegada de abril, el GACH señaló aspectos tendentes a mantener el distanciamiento físico para evitar los contagios por covid-19 en un país que nunca recurrió al confinamiento ni a la cuarentena obligatoria. Sin embargo, no encontró en el Ejecutivo el eco necesario.

«Parte del equipo siente que el Gobierno se ha quedado corto», fue una de las frases que Radi dijo a Efe y que reflejan las tensiones entre el grupo asesor y el Ejecutivo. Los reiterados pedidos para reducir la movilidad, la necesidad de «bajar la llave general» por unos días y otras propuestas que fueron ignoradas terminaron de desgastar una relación que, sobre el final, estuvo cargada de política y dejó atrás a la ciencia.

Uruguay atraviesa el peor momento de la pandemia, con más de 4.000 fallecidos en los últimos dos meses y medio de los 5.120 acumulados desde marzo de 2020, y 346.515 casos totales -31.430 activos-.

Por el lado contrario, más de un 60 % de la población ya tiene la primera dosis de las vacunas de Pfizer, CoronaVac o AstraZeneca y un 33 % ha completado el proceso de inmunización.

El «desgaste» y el «cansancio» -motivos explicados desde Presidencia- han llevado finalmente al grupo a su desvinculación del Ejecutivo, una marcha de la que se viene hablando hace semanas. Otro día 16, 14 meses después.

Casi sin público, con unos cuantos periodistas que cubren diariamente la información en Torre Ejecutiva, la ‘selección científica’ de Uruguay dijo adiós tras darlo todo en la ‘cancha’.

EFE

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