Un círculo iris perfecto

Foto: Mariana Pegazzano.

En un día como hoy resulta relativamente frecuente presenciar el arco iris. Para ver el fenómeno tienen que coincidir el sol y la lluvia. La luz debe situarse siempre por detrás del observador y las gotas por delante. Esto ocurre en una situación de chaparrones, precipitaciones de carácter intermitente.

Las redes fueron invadidas por fotos del arco iris carmelitano.

Mariana Pegazzano tomó esta fotografía que confirma la maravillosa naturaleza en el mejor lugar del mundo: Carmelo.

¿Cómo se da un arco iris?

El proceso que da como resultado el arco iris comienza por tanto en el astro rey. La luz blanca que sale de la estrella se descompone al cambiar de medio, del aire al agua. Tal y como descubrió en su día Isaac Newton mediante un experimento casero, la luz blanca está hecha de los colores que conforman el espectro visible, el único rango de las radiaciones electromagnéticas que puede captar el ojo humano. Esos colores son el violeta, azul, cian, verde, amarillo, naranja y rojo.

Después de que la luz blanca se haya dividido dentro de la gota se produce una reflexión total de los colores, que llegan hasta el observador. El fenómeno se presenta en forma de arco pero su verdadera geometría es un círculo. El ángulo de refracción y reflexión genera un cono en el que el observador ejerce de vértice. Sin embargo, el horizonte impide que sea posible contemplar la esfera entera, solo la mitad. Únicamente desde una zona muy elevada, por ejemplo en un avión, se puede ver la circunferencia. Para ser justos con el fenómeno lo correcto sería referirse a él como círculo iris.

(Vía: Xavier Fonseca)

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