Desempleo ascendió al 10,7 %, la cifra más alta desde agosto del 2006

Una mujer sostiene un cartel como señal de protesta, el pasado 14 de mayo del 2020, en Montevideo (Uruguay). EFE/Federico Anfitti/Archivo

La tasa de desempleo en junio en Uruguay ascendió un punto porcentual respecto a mayo (9,7 %) y se situó en el 10,7 %, según las cifras difundidas este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Esa tasa supone la más elevada en Uruguay desde agosto de 2006, cuando llegó al 10,9 %.

Si bien la tasa de desempleo había alcanzado el 10,5 % en febrero, desde que se declaró la emergencia sanitaria en Uruguay por la llegada de la COVID-19, el 13 de marzo, la cifra mensual descendió mes a mes hasta junio, en que volvió a subir.

En cuanto a la tasa de empleo se situó en junio en 53,6 %, 0,7 % superior al mes anterior (52,9 %).

Las mujeres son las más afectadas por el desempleo, con un 12,8 %, mientras que en los hombres la cifra se ubica en un 8,9 %.

Nada más conocerse los datos, el economista Aldo Lema valoró en su cuenta de Twitter que, pese al alza del desempleo, «la ocupación mostró en junio una recuperación adicional» con el aumento del «empleo desestacionalizado» y la atenuación de «la caída interanual de los ocupados».

Según la documentación facilitada por el INE con base en la denominada Encuesta Continua de Hogares (ECH) -ahora telefónica y no presencial-, el número de personas inactivas en junio «descendió en 45 mil personas», mientras que los ocupados aumentaron «en 20 mil ochocientas personas».

Entre los inactivos que declararon estar disponibles para trabajar pero no buscaron trabajo, un 27,7 % dice que no lo hizo «por la coyuntura de la pandemia», según la fuente.

La encuesta introduce algunos indicadores en función de la situación de pandemia para «comprender mejor lo sucedido en el mercado laboral», como «la incidencia del teletrabajo efectivo».

Según el informe, un 14,0 % de los ocupados declaró haber hecho teletrabajo en la semana anterior, siendo el menor nivel alcanzado durante el período comprendido entre los meses de abril y junio.

Uruguay declaró la emergencia sanitaria por la COVID-19 el 13 de marzo, cuando se conocieron los cuatro primeros positivos en el país suramericano. En ese momento se suspendieron los espectáculos públicos y las clases, además de que las autoridades exhortaron a la población a quedarse en casa.

La actividad económica fue recuperándose poco a poco, bajo protocolos de seguridad y ocupación, con la apertura del sector hostelero, de los centros comerciales y, en último lugar, de los espacios culturales.

EFE

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