Informe de Equipos Consultores muestra mejoría en condiciones económicas de corto plazo

El Índice de Condiciones Económicas de Corto Plazo (ICE-CP) se revirtió en la primera quincena de agosto, luego de cuatro caídas consecutivas, y se ubicó en 31,1 puntos, recuperando buena parte de lo perdido entre junio y julio. Incluso, el registro de agosto fue apenas inferior a los mayores valores observados desde el inicio de la pandemia (fines de mayo y principios de junio), destaca el informe de Equipos Consultores.

Esta mejoría puede atribuirse a un avance en las condiciones financieras de las familias, a un descenso en la proporción de los encuestados que tiene temor de perder su empleo, al control exitoso de los últimos brotes y a un reinicio sostenido de nuevas actividades, entre otras razones.

La mejoría del ICE-CP de la primera quincena de agosto obedeció a una mejoría tanto de la situación económica personal en el corto plazo como de la evaluación que hacen las familias sobre la situación económica del país en el corto plazo. En concreto, en lo que refiere a las condiciones personales de corto plazo, el subíndice subió hasta 38 puntos, lo que lo ubicó entre los mejores registros desde el inicio de la pandemia. En esta línea, la evaluación que hacen las familias sobre la situación económica del país en el corto plazo también mejoró y se ubicó en 29 puntos, el máximo registro para este subíndice.

La mejora del ICE-CP de agosto se dio en el contexto de una mejora en las condiciones financieras de las familias, a partir de cierta disminución del stress de sus flujos de caja. En efecto, en lo que refiere a los ingresos, el porcentaje de familias que dicen que sus ingresos disminuyeron en las últimas dos semanas pasó de casi el 50% en las mediciones previas a 41% en la medición actual.

Este resultado se dio concomitantemente con un descenso en la proporción de personas que temen perder su empleo; este indicador se ubicó en 12% en agosto, el menor registro desde mayo. Estos dos resultados pueden estar vinculados, entre otros, al hecho que un altísimo porcentaje de quienes se le vencía la cobertura del seguro de desempleo en julio, fueron reincorporados a sus trabajos.

Al mismo tiempo, se produjo cierto alivio en lo que tiene que ver con las erogaciones, dado que cayó la proporción de familias cuyos gastos están aumentando y se incrementó la proporción en las cuales el gasto está disminuyendo.

En esta línea, mejoró la percepción que tienen las familias sobre los incrementos de precios de bienes no durables, a partir de un aumento en la proporción de familias que dicen que han percibido que “pocos” o “ningún” artículo de supermercado ha estado subiendo en las últimas semanas (se ubicaba en torno de 26% de los encuestados hace un mes y subió a 34% en agosto). Paralelamente, se estabilizó el plazo esperado de afectación de ingresos, en torno de los 12 meses en promedio, que había estado aumentando en forma sistemática desde fines de mayo.

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