«Históricos» vinos uruguayos se preparan para salir al mundo pese a la pandemia

EFE/Raúl Martínez/Archivo

Por Raúl Martínez

La industria vitivinicultora de Uruguay, especializada en un nicho de mercado de alta gama, prepara la salida de los caldos de la vendimia 2020, calificada de «histórica» por los expertos, a un mundo marcado por la pandemia de la COVID-19.

Uruguay se encuentra lejos de alcanzar las cifras de sus competidores regionales del sector, Argentina y Chile, que obtuvieron ingresos de 167 y 254 millones de dólares respectivamente por la exportación de sus vinos en el primer trimestre de 2020.

No obstante, el pequeño país suramericano, cuya exportación vinícola a comienzos de este año alcanzó unos 3,4 millones de dólares (según Uruguay XXI, la agencia de promoción de inversiones, exportaciones y marca país), superó los guarismos registrados en el mismo período de 2018 y 2019.

MERCADO DE NICHO

Por ello, y aunque los expertos saben de las dificultades que afrontan en un mundo casi paralizado por la pandemia, apuestan a la «calidad de este año» como valor seguro «para el futuro».

Así lo afirma el presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INAVI), el enólogo José María Lez, quien explica a Efe que esta es una situación que se da en un «aumento a la calidad», y que forma parte del plan de políticas públicas en colaboración con el sector privado para «tener una ruta» de reafirmación en el mercado externo.

Sin embargo, señala que «por ahora» no han tenido el impacto pensado para el Inavi.

Lez es consciente de que la actual crisis sanitaria mundial tendrá un impacto y remarca la «particularidad» de Uruguay como un mercado de nicho, que les permite tener una calidad que se ubica en «un determinado rango de comercialización».

El INAVI está especialmente atento a cómo se desarrolla la crisis en países como Brasil y Estados Unidos, dos de sus principales destinos de exportación, y no descarta la planificación de una acción especial para el segundo semestre del año.

«Estamos viendo que en algunos países el consumo de vinos no cae, cae la modalidad. En Uruguay está pasando algo similar: lo que es gastronomía que ha caído muchísimo, pero, por otro lado, visualizamos que hay un consumo a domicilio, por el hecho de que hay más tiempo y una mayor tranquilidad. Es una bebida que, desde nuestro punto de vista, acompaña a esta cuarentena», resalta.

LA BENDITA NATURALEZA

Según los expertos, para que una vendimia sea catalogada como «histórica», el entorno natural debe brindar las condiciones perfectas para que la producción vitivinicultora no sufra ningún percance.

Los enólogos consideran que para la cosecha 2020 se dieron todas las condiciones meteorológicas para lograr una buena maduración de las uvas, tanto en su color como en la carga polifenólica, como para que Uruguay desarrolle una de las producciones de mayor calidad de su historia.

El presidente de la Asociación de Enólogos del Uruguay, Fernando Pettenuzzo, explica a Efe que la 2020 será «memorable», ya que, en sus 20 vendimias de experiencia, ha sido la única en la que todas las uvas del país cumplieron su ciclo de vegetación, maduración, contenido de azúcar, PH, acidez y distintas características varietales aromáticas.

«Si nosotros tenemos una muy buena materia prima es muy probable que tengamos un excelente vino, es directamente proporcional. Yo recuerdo vendimias muy buenas pero una vendimia como esta, que pudimos cosechar todas las variedades de todos los departamentos del Uruguay, es la única. Yo personalmente puedo decir que es una vendimia histórica», afirma.

DE LA BODEGA AL MUNDO

Según los datos del INAVI, 159 bodegas prensaron este año casi 94 millones de kilos de uva, un 10,75 % más que en 2019, cuando se registraron 83 millones de kilos.

El gerente general de una de las principales empresas exportadoras de vino de Uruguay, Bodega Garzón, Christian Wylie, no oculta a Efe su alegría después de esta vendimia «histórica», que según describe, se viene preparando desde enero y que piensan exportar a unos 50 países.

Pese a la crisis sanitaria, esperan tener un crecimiento de un 10 % respecto al año anterior.

«Veníamos creciendo mucho y a buen ritmo, diría que hasta abril-mayo vamos a tener meses récords de exportaciones y de ahí en adelante me inclino a pensar que va a haber un enlentecimiento, porque en muchos de los mercados bajo el ritmo de ventas a los distribuidores», apunta.

A pesar de este escenario de incertidumbre, Wylie enfatiza que «es una bendición» que dentro de las bodegas están «sanos y salvos» vinos de denominación de calidad «altísima», a su juicio, «la mejor calidad de la historia», algo que los ayudará a «retomar el ritmo de crecimiento y éxito» en el mundo.

Por su parte, la titular de la bodega familiar Favretto Dragone, Lucía Favretto, explica a Efe que «lo bueno» de tener una vendimia así es que «el clima no apura», ya que no existen problemas sanitarios en las uvas y si «todas están buenas» se pueden probar a elaborar «una infinidad» de vinos distintos finos o de mesa.

«Va a haber una mayor calidad, no solamente en la línea de los vinos finos, de aquellas uvas que fueron trabajadas para vinos finos, sino también para la mayoría de los vinos uruguayos de mesa. Ahí la calidad va a ser muy superior a lo que estábamos acostumbrados», asevera.

Uruguay obtuvo, según los datos consignados por el INAVI, ocho medallas -dos de oro y seis de plata- en las ediciones 2020 de los concursos Vinalies Internationales y Concurso Internacional de Vinos Bacchus. Solo el tiempo confirmará si la cosecha 2020 es histórica, como dicen los especialistas.

(EFE)

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