Polémica por la visita del ministro de Salud a un cuñado en cuarentena

El ministro de Salud Pública , Daniel Salinas, está este jueves en el centro de la polémica después de que trascendiese que viajó el pasado fin de semana para visitar a un cuñado suyo, que está en cuarentena obligatoria tras llegar al país desde España el 28 de marzo.

Pese a que el Gobierno de Uruguay recomendó a la población quedarse en casa desde el 13 de marzo, cuando declaró la emergencia sanitaria, vecinos de Solís -localidad costera del departamento (provincia) de Maldonado, a unos 85 kilómetros de Montevideo- dijeron haber visto allí a Salinas el pasado fin de semana.

El titular del Ministerio de Salud Pública (MSP) se defendió, en declaraciones al diario local El País, en las que negó haber ido «a pasear» y denunció que «le hacen ‘bullying'», ya que lo único que hizo fue comprar una heladera nueva, ya que la vieja «hacía mucho ruido», y algunos alimentos para pasar sus días de cuarentena.

No obstante, en dichas afirmaciones, Salinas admitió que su cuñado se alojó en su casa de Montevideo una noche, la del 28 de marzo, antes de trasladarse a Solís, donde se encuentra ahora, por lo que incumplió con la medida establecida por el Gobierno uruguayo de aislamiento obligatorio por 15 días para los llegados de países de riesgo.

«Cuando él llegó estuvo en mi casa en Montevideo, en Parque Miramar. Mi hijo, que iba a Punta del Este, lo llevó con su máscara. Y él está solo en la casa esperando a que este viernes se cumplan los 14 días», sostuvo en la nota publicada por El País.

Efe intentó contactar con Salinas, pero desde su cartera informaron de que el ministro «no va a hacer más declaraciones del tema» y agregaron que el MSP no tiene «previsto ningún comunicado por ahora».

La polémica surgió cuando vecinos de la localidad vieron a Salinas el sábado, el mismo día en que el ministro del Interior, Jorge Larrañaga, recorría en helicóptero las carreteras uruguayas exhortando a la gente a que no fuera a las localidades costeras a hacer turismo.

Para Salinas, haber ido a llevarle alimentos a su cuñado fue una acción «totalmente humanitaria» y que se ajusta a las normativas establecidas por su cartera.

Además, enfatizó que se siente presionado tanto por los sindicatos como por la prensa y que no desea a nadie estar en este momento en sus zapatos. (EFE)

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