Un Domingo de Ramos “virtual” en América por el COVID-19

América dio inicio a la Semana Santa con un Domingo de Ramos ausente de feligreses en los templos y en las calles, pero con una gran audiencia en medios como la televisión y las redes sociales, desde donde los miles de católicos del «continente de la esperanza» pidieron por los afectados por el coronaviris que en la región ya deja más de 350.000 contagios y casi 11.000 muertos, la gran mayoría en EE.UU., seguido de Brasil.

La pandemia causada por la enfermedad del COVID-19 ha trastocado todas las tradiciones, e incluso la Semana Santa, el evento mayor del año cristiano, ha tenido que amoldarse a esta circunstancia para que los millones de creyentes americanos la celebren sin exponerse al «calvario» del virus.

El mismo papa Francisco, tal como lo hiciera en la bendición del «Urbi et Orbi» del pasado 27 de marzo, presidió ante una vacía Plaza de San Pedro de Roma la misa del Domingo de Ramos en el Vaticano, en la que aseguró que «el drama que estamos atravesando nos obliga a tomar en serio lo que cuenta, a no perdernos en cosas insignificantes, a redescubrir que la vida no sirve, si no se sirve”.

Siguiendo el ejemplo del Vaticano, muchas de las conferencias apostólicas del continente americano cerraron sus templos y le sugirieron a sus fieles seguir los servicios por medios como internet, la televisión, la radio y las redes sociales en una circunstancia nunca antes vista.

TRADICIONES SIN PÚBLICO

El inicio de la Semana Mayor sorprende a muchos de los países de América, con un gran número de católicos, como protagonistas de un drama sin precedentes en el que cada uno trata de menguar los efectos de la pandemia con diferentes herramientas, si es que se tienen.

La Semana Santa comenzó en Brasil sin aglomeraciones, las misas se transmitieron por las redes sociales y las bendiciones se dieron a domicilio.

La imagen de la Virgen de Copacabana, una de las más veneradas por los católicos en Bolivia, visitó con un mensaje de esperanza algunos barrios de La Paz en un inusual Domingo de Ramos con calles vacías por la cuarentena en el país, donde ya hay 157 casos confirmados y 10 decesos.

La comunidad católica de Miami celebró la misa del Domingo de Ramos con las iglesias vacías, pero los feligreses de la parroquia del Rincón de San Lázaro pudieron encomendarse al altar móvil de este santo venerado por los cubanos, que recorre las calles de Hialeah cada diciembre.

El templo se ha mantenido cerrado durante las últimas dos semanas como parte del confinamiento y realizó su misa del Domingo de Ramos a través de la red social Facebook, como muchas otras iglesias, pero adicionalmente sacó al San Lázaro móvil a la calle y lo puso a disposición de sus feligreses.

HAITÍ REPORTA SU PRIMER FALLECIDO

El país más pobre de América, Haití, y que en su balance oficial anotaba hasta ahora 21 casos positivos, reportó este domingo su primer fallecido por el COVID-19, un paciente de 55 años con antecedentes de hipertensión y diabetes.

Las consecuencias de esta enfermedad en Haití aún están por verse, dado el pronunciado rezago económico de esta nación caribeña y su muy debilitado sistema sanitario.

En República Dominicana, vecina de Haití, el coronavirus ya ha dejado 82 víctimas mortales entre 1.745 casos confirmados.

Mientras en Brasil el virus sigue imparable al sumar 852 nuevos casos en las últimas 24 horas, con lo que ya llega a más de 11.000 infectados por el COVID-19, que en poco más de un mes ha cobrado la vida de 486 personas.

Los 535 nuevos casos detectados sólo este domingo en Perú hicieron saltar las alarmas de las autoridades sanitariass, ya que es el mayor salto en un solo día desde que se comenzó a hacerle seguimiento al impacto del SARS-CoV-2.

Con esta nueva e inquietante cifra, el número de casos positivos llegó a los 2.281, con 83 fallecidos.

UNA SEMANA «DURA» PARA ESTADOS UNIDOS

Más allá de cualquier significado religioso, Estados Unidos, el nuevo epicentro mundial de la pandemia por el COVID-19 con sus 331.151 casos positivos y 9.445 fallecimientos, vivirá una Semana de Pasión muy «dura».

Así lo ha manifestado el director general de salud pública del Gobierno, Jerome Adams, quien también se aventuró a decir que EE.UU. vivirá en medio de los días santos «un momento como el de Pearl Harbor, como el del 11-S», palabras coincidentes con las del principal epidemiólogo del país, Anthony Fauci, quien aseguró que esta «va a ser una mala semana» en cuanto a la situación epidemiológica.

La dureza de ese momento se experimentará con especial fuerza en el estado de Nueva York, el más afectado de todo el país con 90.279 positivos y 4.159 muertes, donde el gobernador Andrew Cuomo gestiona los recursos que tiene como se puede y clama por una coordinación anti COVID-19 a nivel nacional.

Mientras el drama de los cruceros no cede, este domingo se confirmó de la muerte de un tercer pasajero del crucero Coral Princess, que atracó este sábado en el Puerto de Miami con enfermos de COVID-19.

FÉRETROS DE CARTÓN

El ensañamiento del coronavirus SARS-CoV-2 con la provincia ecuatoriana de Guayas, donde ya ha dejado 126 muertos de los 180 que hay en todo Ecuador, ha hecho que prácticamente se agote la madera para hacer los féretros, por lo que la alcaldía de Guayaquil ha optado por ofrecer unos de cartón para que los deudos entierren a sus seres queridos. Los pocos ataúdes en madera que aún quedan en la ciudad ya alcanzan precios exorbitantes.

En todo Ecuador, país de 16 millones de habitantes y que ha confirmado hasta ahora 3.646 casos de SARS-CoV-2, la Semana Santa comenzó con los ramos en las salas de las casas y las misas transmitidas desde plataformas digitales.

«Mis queridos hermanos, seguramente esta Semana Santa tiene un saborcito agridulce, muchos de los que son buenos cristianos querrán estar aquí físicamente en el templo, pero por las circunstancias que conocemos bien, no podemos hacerlo», fueron las palabras del sacerdote Danny Játiva en la misa dominical desde la Catedral de Ibarra, en el norte ecuatoriano.

Ante la situacón en Ecuador, el Ejército colombiano reforzó los controles en 37 pasos ilegales en los 586 kilómetros de la frontera, ya que las autoridades colombianas temen que se importen casos del país vecino.

Colombia, país que informó de su primer caso positivo el 6 de marzo, contabilizó en su últmo reporte un total de 1.485 contagios y 35 víctimas mortales, en medio de la cuarentena declarada por el Gobierno desde el 25 de marzo hasta el 13 de abril.

DESAFIO A LAS MEDIDAS

Mientras miles de católicos dieron inicio a la Semana Santa desde sus casas, respetando las medidas de cuarentena y confinamientos, en México unos 300 indígenas tzotziles desafiaron este domingo las medidas con una procesión callejera.

En Nicaragua, los sandinistas, principalmente de los sectores más populares, acudieron en grupos a las playas y a eventos públicos sin temor a infectarse por el coronavirus, que ya deja 6 contagios y un muerto.

El Gobierno tiene programado celebrar un festival veraniego en Semana Santa, que incluye fiestas populares en seis centros recreativos, entre ellos dos balnearios ubicados en el Pacífico, y uno en la turística y colonial ciudad de Granada (sureste) que acoge el Gran Lago.  (EFE)

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