Uruguay debe dejar atrás la prudencia en casos como Venezuela, según escritor

Pese a considerar que vive en una «dictadura de lo políticamente correcto» y en el país de la «neutralidad», el abogado y columnista uruguayo Tomás Teijeiro asegura «sin complejos» que su país debe «transgredir» la prudencia en determinados asuntos como la situación de Venezuela o Cuba.

En una entrevista con Efe tras la publicación de «Sin complejos. Pensamientos de un Herrerista del s.XXI», libro que recopila sus «sinceras» columnas publicadas en el diario uruguayo El País, el experto en Derecho Internacional y Ciencia Política lamenta que la política actual se enfrenta a «una dictadura de lo políticamente correcto», en la que uno «no puede decir las cosas como las ve».

«El Uruguay ha sostenido siempre una política de neutralidad que le ha resultado muy prudente», asevera Teijeiro, pero «hay veces que esa prudencia, en beneficio de los derechos humanos, merece ser transgredida», añade, «como es el caso de Venezuela o Cuba».

Teijeiro no vacila a la hora de asegurar que el Gobierno del presidente electo, Luis Lacalle Pou regirá «más centrado en la regla de Derecho» que sus predecesores para evitar andar «en compañía de determinados Estados gamberros» que no cumplen la norma internacional.

El herrerismo

El mandatario electo continuará la tradición política familiar que comenzó en 1873 con el nacimiento de su bisabuelo Luis Alberto de Herrera, una de las principales figuras del PN en la historia, tanto que dio lugar al ‘herrerismo’ como corriente dentro de la formación.

Si bien, a diferencia de su nieto, Luis Alberto Lacalle Herrera (padre de Lacalle Pou), y de su bisnieto, Herrera nunca llegó a presidente, integró entre 1925 y 1927 el Consejo Nacional de Administración, que trabajaba en paralelo con el Poder Ejecutivo, y formó parte del Consejo Nacional de Gobierno entre 1955 y 1959.

A partir del 1 de marzo de 2020, Lacalle Pou encabezará un Ejecutivo de centroderecha tras quince años de Gobiernos del Frente Amplio (FA), con dos mandatos de Tabaré Vázquez (2005-2010 y 2015-2020) y uno de José Mujica (2010-2015).

La victoria del político ‘blanco’ se basó, opina Teijeiro, en su capacidad de liderazgo «absolutamente innata» y en su «vocación de servicio» que, asegura, «no ha conocido límites».

«Yo creo que va a ser un Gobierno centrado en el individuo», precisa el abogado y amigo de la familia Lacalle, que «devolverá al país aquella vieja máxima de que lo jurídico está por encima de lo político y no lo político por encima de lo jurídico».

Esta manera de gobernar priorizando lo político, critica, llevó a Uruguay «por tristes derroteros sobre todo en materia internacional».

Por otro lado, el abogado no cree que Lacalle Pou vaya a hacer borrón y cuenta nueva con las mejoras conseguidas por los Ejecutivos anteriores porque «no tiene complejo de génesis como han tenido otros».

«(El presidente electo) considera que las cosas buenas no hay que tocarlas, sino que lo que hay que hacer es mejorar o construir sobre lo bueno», apunta.

Lacalle Pou y la herencia del bisabuelo

Lacalle Pou liderará un Gobierno de coalición, tras el acuerdo logrado con el Partido Colorado, Cabildo Abierto, el Partido Independiente y el Partido de la Gente.

Solo esta última formación no tiene representante ministerial en el gabinete designado que fue presentado oficialmente este lunes en Montevideo.

Según Teijeiro, la cercanía con la gente y la capacidad «innata» de «tender puentes» son las dos grandes cualidades que el presidente electo heredó de su bisabuelo.

Así como Lacalle Pou consiguió la «coalición multicolor», como él suele denominarla, Herrera pactó con los Ruralistas de Benito Nardone para las elecciones de 1958, señala el abogado.

Teijeiro insiste en valorar a Lacalle Pou «tal y como es» y no compararlo con sus antecesores y opina: «Yo creo que encarna lo mejor de su bisabuelo, puesto en el siglo XXI».

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