Tres candidatos tras la Secretaría General de la OEA en una América convulsa

En la imagen un registro del Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, quien aspira a la reelección. EFE/Nathalia Aguilar/Archivo

Por Laura Barros

Tres candidatos, entre ellos el actual titular, Luis Almagro, aspiran a dirigir la Organización de Estados Americanos (OEA), que elegirá el próximo año a su secretario general en una América agitada por protestas y con Venezuela como un tema que divide la agenda común.

Hasta este domingo, cuando concluye el periodo oficial de presentación de candidaturas, aunque no hay impedimento para recibir postulaciones posteriormente, el abanico de aspirantes lo completaban el embajador de Perú en EE.UU., Hugo de Zela, y la excanciller ecuatoriana María Fernanda Espinosa.

UNA ELECCIÓN CON CANDIDATURAS INDIVIDUALES

La designación del nuevo secretario general está prevista para el 20 de marzo de 2020 en una Asamblea General, el foro político más importante de la organización y en el que participan los 34 países que son miembros activos de la OEA (Cuba es integrante pero no participa desde 1962).

El ganador deberá conquistar al menos 18 votos.

En esta ocasión, el proceso no seguirá la tradición: por primera vez dos de los candidatos -Almagro (uruguayo) y Espinosa (ecuatoriana)- no son postulados por sus países de origen.

«Eso rompe la tradición, pero no hay ninguna reglamentación que evite que ningún candidato individualmente se postule», explicó a Efe Diego Area, director asociado del Atlantic Council para el caso de Venezuela.

Pero además la contienda tendrá como escenografía una América sacudida por movilizaciones sociales en distintos países y con Venezuela como tema obligado para quienes respaldan o critican a Almagro, duro con el Gobierno de Nicolás Maduro y quien se ha sumado a los apoyos internacionales al líder opositor Juan Guaidó.

«Venezuela se ha convertido en un tema polémico y polarizante, que además ha sido la punta de lanza de la primera gestión de Luis Almagro», señaló Area.

También las protestas que recorren las calles de distintos países de América pueden tener eco en el organismo interamericano, que para este analista debe, «como espacio de debate y también de acción regional», replantearse una renovación, repensar su rol y «dar una discusión de cuáles son los temas que hoy están afectando de forma más profunda a la región».

ALMAGRO TRAS LA REELECCIÓN

Para la elección de marzo, Almagro confirmó desde diciembre pasado su intención de extender su permanencia en el cargo, cuyo periodo concluye en mayo próximo.

El presidente de Colombia, Iván Duque, ha respaldado la continuidad del diplomático uruguayo, que, sin embargo, no cuenta con el visto bueno de su país.

En agosto pasado, el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, que precisamente en marzo debe entregar el mando a su sucesor, Luis Lacalle Pou, discrepó en una misiva de la posición colombiana y consideró «indispensable abrir un espacio a los países miembros para darles la posibilidad de presentar otros candidatos».

Expertos indicaron a Efe que, además de Venezuela, los «vaivenes» de Almagro ante Bolivia, donde en principio apoyó la reelección del expresidente Evo Morales -quien abandonó Bolivia el pasado 11 de noviembre después de que las Fuerzas Armadas le forzaran a dejar el cargo tras las irregularidades advertidas por la misión de la OEA en la votación del 20 de octubre-, pueden jugar en su contra.

ESPINOSA, UNA MUJER TRAS LA SECRETARÍA

El pasado viernes, Antigua y Barbuda junto a San Vicente y las Granadinas formalizaron su apoyo a la candidatura de Espinosa, quien fue canciller de Ecuador y la primera latinoamericana en presidir la Asamblea General de la ONU (2018-2019).

En una declaración remitida a Efe, Espinosa consideró un honor su postulación e indicó que la ha aceptado «con gran responsabilidad».

La aspiración de Espinosa no cosechó el apoyo de Quito, donde el Ministerio de Exteriores ratificó su respaldo a Almagro e indicó que la candidatura de la diplomática «se gestiona de manera individual».

«La OEA necesita ser renovada con una visión que rescate el rol de la Secretaría General como puente de diálogo y acuerdos, como instancia para construir unidad en la diversidad», afirmó Espinosa, al anticipar que centrará su agenda «en los cuatro pilares» que sostienen ese organismo: la democracia, la seguridad, el desarrollo y los derechos humanos.

UN DIPLOMÁTICO DE LARGA TRAYECTORIA

El embajador de Perú ante la OEA, José Boza, dijo a Efe que su país formalizó el pasado 2 de diciembre el anuncio del presidente de su país, Martín Vizcarra, de presentar al veterano diplomático Hugo de Zela como candidato a la Secretaría General.

«El Gobierno del Perú entiende que está planteando un candidato que justamente aparece como moderado en la polarización regional y además que puede tender puentes», aseguró Boza sobre De Zela, quien es embajador de su país ante la Casa Blanca, ha sido vicecanciller (2018-2019) y jefe de gabinete de la Secretaría General de la OEA en dos ocasiones (1989-1994 y 2011-2015).

Boza -quien acompañó a De Zela a una gira por el Caribe, donde se reunió con autoridades de Santa Lucía, Guyana, Jamaica y Trinidad y Tobago- apuntó que «la OEA fue creada para ayudarnos a todos a resolver por medios pacíficos los conflictos políticos en la región», e indicó que sobre la base de que este organismo «recobre a plenitud ese papel» nació la idea de postular a De Zela.

(EFE)

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