Los Fernández prometen poner a Argentina de pie y terminar con el neoliberalismo

EFE/Juan Ignacio Roncoroni

La suerte está echada en Argentina, donde los dos candidatos principales a las elecciones del domingo protagonizaron este jueves sus cierres de campaña, con el presidente Mauricio Macri confiado de la remontada, y el opositor peronista Alberto Fernández como gran favorito en los sondeos.

En el día de su último esfuerzo de una agotadora campaña, Fernández contó sobre el escenario con una persona que estuvo fuera de los focos durante parte de la contienda electoral, su candidata a la Vicepresidencia, Cristina Fernández de Kirchner.

La expresidenta argentina (2007-2015) arengó a los seguidores en Mar del Plata, ciudad costera del sur de la provincia de Buenos Aires, a solo tres días de las presidenciales del domingo 27.

Mientras en el opositor Frente de Todos echaron el telón a su campaña con el océano de fondo, Macri prefirió el centro del país, Córdoba, segunda mayor ciudad de Argentina, lugar clave para su victoria en 2015 y donde cuenta con una amplia base de votantes.

Entre las dos candidaturas principales, por orden cronológico, primero hablaron los Fernández.

En un momento emotivo, a Alberto se le humedecieron los ojos cuando Cristina habló antes que él para halagar la campaña electoral que ha realizado, después de no haber tenido una buena relación en el pasado, y ambos comparecieron juntos para repetir el eslogan de campaña que han paseado por Argentina: «Poner a Argentina de pie».

«El domingo tenemos que empezar a dar vuelta una página oprobiosa que empezó a escribirse el 10 de diciembre de 2015. Volver a poner a Argentina en el lugar en el que nunca debió haber dejado de estar, una Argentina digna, no de rodillas, una Argentina de pie», afirmó Alberto Fernández.

Cristina, que para la ocasión se vistió con poncho celeste y blanco como la bandera argentina, dijo que este fin de semana se cerrará un «ciclo histórico» para que «nunca más la patria vuelva a caer en manos del neoliberalismo».

La expresidenta se dirigía a quien, en ese momento, preparaba todavía su última alocución de la que ha sido una gira intensa por el país para intentar remontar un escenario adverso: Macri.

El mandatario, cuyo acto de cierre de campaña en Córdoba tuvo más afluencia que el organizado por el Frente de Todos en Mar del Plata, llamó a «convencer» a quienes dudan de votarlo después de la crisis que ha azotado Argentina el último año y medio y de la cual muchos lo responsabilizan.

«Hay que decirles a quienes dudan por las dificultades, (que) si creemos en la verdad, si creemos en la honestidad, en el diálogo, en el respeto y fundamentalmente creemos en la libertad, tenemos que estar juntos», aseveró Macri ante decenas de miles.

Además de por su candidato a la Vicepresidencia, Miguel Ángel Pichetto, el presidente estuvo acompañado por su esposa, Juliana Awada, quien habló para decir que los argentinos deben estar unidos por «los mismo valores, con respeto y sobre todo con mucho amor».

La veda electoral que comienza este viernes por la mañana a las 8.00 hora local (11.00 GMT) prohíbe realizar actos proselitistas y difundir encuestas.

Antes que los dos contendientes principales dio por cerrada su campaña Roberto Lavagna, líder del frente Consenso Federal y tercero en intención de voto según los sondeos, después de haber quedado en ese lugar en las elecciones primarias del 11 de agosto pasado, en las que cosechó el 8,14 % de los votos.

Lavagna, que se presenta como la mejor alternativa para acabar con la extrema polarización que a su juicio representan Macri y Fernández, sus dos principales adversarios, encabezó un acto a mediodía en la norteña provincia de Salta, de la que es gobernador Juan Manuel Urtubey, su compañero de fórmula para la Vicepresidencia, quien también estuvo presente.

«Lo que buscábamos era que los argentinos tuvieran una alternativa que no los obligara otra vez más a votar entre lo malo y lo peor o entre lo peor y lo malo», dijo quien fuera ministro de Economía durante el Gobierno de Eduardo Duhalde (2002-2003) y los dos primeros años del de Néstor Kirchner (2003-2007), y es considerado uno de los principales artífices de la salida de la grave crisis económica del «corralito» de 2001.

El candidato del Frente de Izquierda y de Trabajadores Nicolás Del Caño, y su compañera Romina del Pla, que sacaron el 2,83 % en las primarias, cerraron su campaña ante el consulado de Chile en Buenos Aires, en solidaridad con la situación de ese país.

Asimismo, el líder del conservador Frente Nos, el veterano de la Guerra de Malvinas Juan José Gómez Centurión y su segunda, Cynthia Hotton (2,62 % en las primarias) lo hizo en la localidad de Suncho Corral de la provincia de Santiago del Estero (norte), donde fueron la lista la más votada en agosto.

Por último, el sexto de los postulantes, el economista José Luis Espert, del Frente Despertar (2,15 %), y su candidato a vicepresidente, Luis Rosales, encabezaron la «EspertFest» en Buenos Aires.

Pablo Ramón Ochoa (EFE)

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