Bengoechea, «profesor» uruguayo que dio clases de fútbol en Sevilla y Uruguay

Pablo Bengoechea fue figura destacada en el centro del campo uruguayo de finales de los año 80 y principio de los 90. EFE

Pablo Javier Bengoechea, también conocido como «el profesor», fue uno de los jugadores uruguayos más destacados en la década de los noventa, dio clases de fútbol en todos los lugares en los que jugó y tuvo una destacada trayectoria que incluye la Celeste, Sevilla y Peñarol, donde es ídolo.

Su carrera deportiva estuvo marcada por los éxitos, fundamentalmente en la selección uruguaya y en Peñarol, y ha sido uno de los volantes más destacados del país suramericano en las últimas décadas.

El jugador, también apodado «El diez», ha tenido una gran actuación defendiendo a la Celeste en la Copa América ya que logró ganar las dos copas que jugó, Argentina 1987 y Uruguay 1995, y en ambas finales anotó goles decisivos para su equipo.

Pablo Bengoechea, el histórico «10» uruguayo, dio el salto a los banquillos y llegó a dirigir a la seleccion peruana. EFE

En la competencia continental de 1987, el conjunto charrúa supo eliminar en semifinales a la selección argentina campeona del mundo y con Diego Maradona en su plantel.
En el juego final ante Chile, el partido terminó 1-0 gracias al único gol que anotó «el profesor».

Ocho años más tarde, con la Copa América disputándose en Uruguay, el destino quiso que nuevamente fuera Bengoechea quien convirtiese un gol en la final, en esta oportunidad ante el conjunto brasileño. En un juego que venía siendo malo, con Brasil al frente del tanteador y tomándose revancha de aquella final del mundo de 1950, Bengoechea logró empatar las acciones con su especialidad: el gol de tiro libre. En la instancia de penales, donde «el profesor» también anotó un gol, la Celeste terminó obteniendo su decimocuarta Copa América. También disputó el Mundial de Italia 1990, aunque solamente jugó un partido y anotó un gol.

El debut de Bengoechea como profesional fue en 1985 en Wanderers, club que ha sido cuna de otras glorias celestes como el capitán del «Maracanazo», Obdulio Varela, y el ídolo del River Plate argentino Enzo Francescoli.

Luego de su pasaje por el equipo «bohemio», partió hacia España para defender al Sevilla, donde tuvo una buena actuación entre 1987 y 1991, con 138 partidos jugados y 27 goles convertidos. En 1992 pasó una temporada por el Gimnasia y Esgrima de la Plata y finalmente llegó a Peñarol en 1993 y se quedó allí hasta 2003.

En el conjunto aurinegro, Bengoechea fue una de las figuras principales de la obtención del segundo quinquenio de la institución por el campeonato uruguayo -cinco títulos consecutivos entre 1993 y 1997 (el primero había sido de 1958 a 1962)- y también obtuvo los campeonatos uruguayos de 1999 y 2003.

En Peñarol Bengoechea jugó 440 partidos, convirtió 134 goles y se convirtió en uno de los máximos ídolos del club.

El amor de los fanáticos aurinegros por este jugador fue tal que en 2002 idearon una campaña de donación de materiales y de junta de dinero para crear una estatua de bronce de él que hoy está erigida en Los Aromos, el centro de entrenamiento del Peñarol.

Luego de su retiro, Bengoechea comenzó su trayectoria como entrenador, en la que ya ha dirigido a la selección de Perú en 2014, a Peñarol entre 2015 y 2016 y a Alianza Lima de Perú desde 2017 a 2018.

EFE / Federico Anfitti.

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