Con los pelos de punta

Por Elio García

La sociedad no debate la calidad de nuestros representantes políticos. No hay un abordaje teórico sobre que es lo primordial en el trabajo de nuestra clase política. Así nos va.

Creo que para debatir es importante partir de un mismo lugar, porque de lo contrario todos hablamos desde sitios diferentes y más de uno lo aprovecha para tirar verdura o solo con la única intención en desprestigiar a su adversario circunstancial.

Gasto Cero

Creo que si vamos hablar de gasto público en el desastre que fue el impacto de tres embarcaciones al Puente Giratorio el 15 de diciembre de 2018, debemos contextuallizar.

Solo así podremos llegar a respuestas serias sobre preguntas inquietantes como:

¿por qué se produjo?,
¿qué cosas se hicieron para prevenir el desastre en el tiempo previo al accidente?.

Pero si vamos a debatir sobre los gastos, no es serio empezar por las «réplicas» del gran terremoto.

Fuegos artificiales

Yo quiero, por ejemplo,  que alguien con autoridad me responda la pregunta que le hice al propio Ministro Víctor Rossi, en el Puente Giratorio luego de los fuegos artificiales.

Le pregunté ¿cuánto costó el arreglo del Puente Giratorio?, y me respondió textual: «- Ni, idea.»

El Ministro de Transporte y Obras Públicas no tenía el dato básico del costo total de una obra pública que además se realizó, por la situación real de crisis, sin ninguna licitación ni llamado a precio, por la urgencia y lo serio del problema.

Si vamos a empezar a preguntar sobre gastos, empecemos por el principal:

¿Cuánto costó el arreglo del Puente Giratorio de Carmelo?

Más vale prevenir que curar

Con ese dato podremos debatir el papel de las políticas preventivas en el rol del Estado, porque si hay algo que avisó y con tiempo suficiente como para tomar alguna medida seria, fue justamente todas «esas cacharras» que en cualquier momento se podían saltar y finalmente se soltaron.

«Cacharras» que aún siguen estando en el lugar que no tienen que estar, del otro lado del puente, con la misma peligrosidad de siempre.

¿Cuánto?

Ahora es el momento de formularnos preguntas importantes. Y estas preguntas se volverán interesantes cuando enfrentemos aspectos básicos del funcionamiento institucional de los bienes públicos, de los sistemas y subsistemas sociales que componen la trama de la burocracia administrativa  estatal y de la categorización de las preguntas a partir de  responder las fundamentales y posteriormente las otras, las indirectas o marginales.

Si presentamos los temas a partir de cuestiones marginales, que no por tales no dejan de ser importantes, pero nos hacemos los distraídos en la búsqueda de las preguntas fundamentales estamos bastardeando el debate y lo peor la realidad.

Tengo una calvicie instalada que me exime  la posibilidad de sentir la inquietante sensación de percibir en mi la sensación de tener los pelos de punta.

Pero entiendo la idea o la intención.

Presentar los temas como importantes obviando las preguntas importantes, sobre lo realmente importante.

 

Salir de la versión móvil