Casi todos los grandes delanteros presentes en el Mundial como Cristiano Ronaldo, Luis Suárez, Neymar, Romelu Lukaku, Diego Costa, Harry Kane o Antoine Griezmann han celebrado algún gol en alguno de los partidos que han disputado. Pero otros, como Edinson Cavani, mantienen su sequía.
Se echa de manos la aportación anotadora del jugador del París Saint-Germain, uno de los grandes devoradores de goles de las ligas europeas que culminó esta temporada con 40 tantos después de disputar 48 partidos oficiales entre Liga, Copa de Francia, Copa de la Liga y Liga de Campeones.
Sin embargo, después de los dos partidos que ha jugado en el Mundial de Rusia, ante Egipto y frente a Arabia Saudí, Cavani no ha podido unir su nombre a una lista de goleadores en la que otros como el portugués Cristiano o el belga Lukaku ya suman cuatro aciertos.
Su compañero Luis Suárez acaparó todos los focos mediáticos tras sus errores en el debut de Uruguay contra Egipto. El delantero del Barcelona fue muy criticado tras fallar cuatro oportunidades muy claras delante del combinado de los faraones.
Abrió un debate que se prolongó hasta el siguiente choque contra Arabia Saudí, en el que marcó el gol de la victoria y cerró cualquier nuevo amago de crítica. Ahora, el foco apunta al nombre de Cavani, que ha vivido tranquilo gracias a un muro de contención que formó su compañero y que desvió los tiros del debate.
Pero también ha sido él mismo quien ha provocado que nadie pueda objetar nada en contra de sus actuaciones. Porque, aunque no ha marcado ningún gol, Cavani se ha fabricado bastantes ocasiones que no han conseguido alcanzar su objetivo por culpa de la mala suerte o de la actuación de los porteros.
Es el caso del egipcio Mohamed El-Shenawy, que amargó el estreno de Cavani con dos paradas prodigiosas. Primero, con una mano muy complicada que evitó un golazo desde fuera del área del jugador del París Saint-Germain. Y, después, con un ligero roce a la pelota tras un golpeo de falta de Cavani que finalmente golpeó el poste izquierdo de su portería.
Además, Cavani también hizo jugar a Luis Suárez, a quien dio un gol cantado que falló en un mano a mano ante El-Shenawy, que aquel día elegido el mejor del partido por la FIFA. Sus movimientos y su trabajo fue bueno. Pero no tuvo suerte.
Después, en el siguiente partido contra Arabia Saudí, Cavani bajó un poco el nivel y apenas dispuso de una ocasión a cuatro minutos del final con la que pudo estrenarse en el Mundial. Pero, de nuevo, tras revolverse muy bien dentro del área, se encontró con otro portero de nombre Mohammed Al Owais.
Ahora, salvo sorpresa y que su entrenador Óscar Washington Tabárez decida sentarle en el banquillo para dar descanso a una de sus estrellas, Cavani tendrá la oportunidad de romper su sequía para ayudar a que Uruguay acabe en el primer puesto del grupo A.
Aunque todavía no haya marcado un gol y que a Luis Suárez le costará un mundo hacer el suyo, ambos generan mucho miedo entre los rusos: «Desde luego, nos preocupa la dupla Suárez-Cavani, ellos (los uruguayos) son muchos más fuertes que Egipto», dijo el centrocampista Román Zobnin.
El caso es que Cavani no quiere quedarse atrás. Necesita unirse a la lista de la que ya forman parte Cristiano, Lukaku, Griezmann, Luis Suárez, Neymar, Kane o Diego Costa. Ante Rusia, Uruguay, sin duda, necesita a uno de sus mejores goleadores. Es la hora de Cavani.