Diputada Reisch dispone implementación obligatoria y gratuita del examen de oximetría en los recién nacidos

Un Proyecto de Ley disponiendo la implementación obligatoria y gratuita del examen de oximetría de pulso en los recién nacidos, como prueba para la detección de anomalías cardíacas congénitas, fue presentado en la Cámara Baja por la diputada Nibia Reisch (Partido Colorado).

La iniciativa tiene como objetivo prevenir enfermedades y poder disponer tempranamente del tratamiento adecuado para ciertas patologías que afectan a los bebés a través de una práctica muy sencilla.

La oximetría, en efecto, es una prueba segura, mínima, imperceptible, económica y razonablemente precisa, que tiene una alta sensibilidad en la sospecha de cardiopatías congénitas. Se utiliza para la medición un aparato -el oxímetro- que no es invasivo y es indoloro. El sensor se sujeta alrededor de la palma de la mano del bebé y en la planta del pie. El aparato proporciona lecturas precisas y fiables sobre la saturación de oxígeno en sangre durante el movimiento, y mide la saturación funcional de la mano derecha y la saturación de ambos pies en orden aleatorio entre las primeras 24 y 48 horas de vida y antes de su alta.

La oximetría es una técnica que mide la saturación de oxígeno en la sangre de una persona, y permite detectar cardiopatías o anomalías críticas en recién nacidos en el 75% de los casos, reduciendo los índices de mortalidad infantil. Conocer esos niveles es importante porque cuando el oxígeno en la sangre es bajo las células del organismo pueden tener dificultades para cumplir adecuadamente sus funciones y pueden verse dañadas, lo que puede repercutir sobre el corazón, el cerebro y otros órganos. Un suministro inadecuado de oxígeno conduce a una caída en la presión parcial de oxígeno en la sangre arterial. La saturación de oxígeno normal oscila entre el 96% y un 100%, mientras que un porcentaje inferior a 90% puede causar complicaciones potencialmente mortales.

De acuerdo al proyecto, el mencionado examen será de carácter obligatorio y gratuito en todos los servicios de salud, públicos o privados, que cuenten con maternidad, sala de partos, sala de nacer o de control neonatal.

La iniciativa se enmarca en las campañas de prevención de enfermedades congénitas cardiacas, razón por la cual el proyecto dispone que, una vez aprobada, el Poder Ejecutivo brinde la mayor difusión a la ley.

 

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