El campo apunta a la clase política

El descrédito a la clase política.

Mientras el debate se desdibuja ante el número de concurrentes, una foto trucha, otra a destiempo, nadie menciona el mensaje mas importante de los auto convocados a Durazno; dirigido no solo al gobierno, sino a toda la clase política, pidiendo el inicio de un camino  de austeridad y prolijidad en la cosa pública.

Es que los cargos de confianza, secretarios, asesores, no solo ya se notan -¿quién no tiene un conocido en un cargo político?- sino que se percibe cierta desprolijidad y abuso incluso dentro de la misma fuerza política de gobierno.

El descrédito ya se venía dando desde hace tiempo, un solo ejemplo, en una charla «técnica» organizada por un partido político, este periodista que participó como invitado pudo escuchar luego de culminada la «ponencia», estas palabras de un viejo militante: «A este señor en nuestra época lo poníamos a pintar paredones,» en un diagnóstico duro pero que despertó incluso algunas sonrisas cómplices.

La falta de prudencia, la obscenidad impúdica e incluso la falta de vergüenza en cargos que se inventan para devolver favores partidarios empieza a percibirse como una modalidad natural de la clase política. «Son todos iguales», dicen algunas personas.

Los productores rurales no apuntaron solo sus dardos al gobierno, también señalaron que los legisladores deben rendir cuenta sobre sus viáticos y devolver los sobrantes.

En definitiva piden eliminar todos los privilegios de la clase política, del gobierno y de la oposición. Aunque éstos se hagan los sordos y solo hablen de esta manifestación en forma compartimentada, señalando solo lo que le llevaría algún rédito político.

El pedido de «Aprobar una ley fiscal que impida a los gobiernos gastar más de lo que se tiene», es un claro ejemplo de una mirada a largo plazo, no está señalando exclusivamente al gobierno del Dr. Tabaré Vázquez, habla en plural, dice «gobiernos».

Para los que hablan de grieta, aquí hay una muy clara, la de los productores agropecuarios y la de los políticos uruguayos, que por primera vez estos últimos reciben un mensaje muy claro tanto para oficialistas como opositores.

El divorcio entre la gente y los políticos apareció con claridad en esta convocatoria ruralista, la pregunta es conocer qué sucede en otros sectores de la sociedad con este asunto.

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