Entrevistamos al creador del primer trabajo académico sobre Masonería en Uruguay: Efraín Cano Roa

Efraín Cano Roa.

Efraín Cano Roa tiene 23 años, nació en Mercedes y es historiador de la Universidad de Montevideo. Especializado en temas de historia diplomática y masonería, publicó este año el primer tomo sobre «Masonería Uruguaya. Entre Poderosos y Plebeyos», publicado por Linardi y Risso el libro al decir del Dr. Julio María Sanguinetti registra «minuciosamente, logias e integrantes. Todo lo que cual hace de la obra un interesantísimo aporte, porque ese solo rastreo permite mirar el lapso histórico desde otra perspectiva, la de la gente que representaba un modo de pensar.»

Estamos ante el primer trabajo académico sobre Masonería en Uruguay, utilizando el método científico, realizado por alguien que no es masón, como advierte  esto último el Dr. Sanguinetti en la contratapa del libro.

Cano Roa tuvo la gentileza de enviar su libro a nuestra redacción justo en el momento de su lanzamiento público. Prometimos leer su publicación y al terminar entrevistarlo. Así fue.

 

La Masonería llega al Uruguay desde el extranjero ¿qué representó su desembarco en nuestro país?

El primer desembarco documentado de la masonería en el territorio que hoy ocupa Uruguay se da en 1807 y en un contexto singular, en medio de una invasión. Tal es así que un regimiento de soldados irlandeses, dentro del cual funcionaba una logia masónica, decide iniciar a varios montevideanos, uno de ellos era Miguel Furriol, quien es considerado el primer masón criollo iniciado en esta tierra.

A medida que la masonería se fue implantando en el territorio uruguayo fue expandiendo y difundiendo un modo de filosofía y un conglomerado de ideas liberales. Este es uno de los grandes aportes de la institución, su idea (que no es única de la masonería) de integrar a personas y enseñarles determinados valores.

La segunda medida que representa el desembarco de la masonería es la facultad de integrar en su seno a personas de diversos países y extractos sociales, lo que supuso un crecimiento e influencia exponencial en toda la sociedad uruguaya.

Cuando menciona quiénes integraban la masonería uruguaya se destaca el sector de comerciantes ¿cómo incidió esta prevalencia?

El sector de los comerciantes es el más fuerte y predominante en la masonería uruguaya, aun así hay que mencionar que no todos los comerciantes masones pertenecían a los altos estamentos de la sociedad, por el contrario hay muchos pequeños y medianos comerciantes. Lo primero que hay que decir de la predominancia de este rubro es que puede establecerse un paralelismo entre inmigración, comercio y masonería. Bien es sabido que existieron varios inmigrantes que se decantaron por el rubro del comercio y la masonería les dio una red de contactos muy amplia. También es cierto que los comerciantes formaron las vanguardias masónicas que expandieron y establecieron las logias en el interior del país. Esto último puede comprobarse en mi investigación cuando se realiza un estudio detallado de los integrantes de cada logia.

Usted escribe que la Masonería aglutinó personas de diversos extractos sociales ¿cómo impactó esto en ellas?

Fue muy importante, diría que único en la historia del país. Ninguna institución en el Uruguay del siglo XIX tenía el nivel de cosmopolitismo e integración que la masonería. Naturalmente esto significó un notorio avance para los masones, no solo por la enseñanza que significaba encontrar un lugar donde conviviera el zapatero o el carnicero con el político o el empresario, sino también porque allí no existían las barreras sociales y políticas. Otra enseñanza que representaba esto era la disciplina adquirida en las logias, la masonería era una escuela, una escuela para hombres grandes.

La Masonería Uruguaya tiene logias en el interior, en la capital y en Paraguay ¿cómo se dio esta especie de «embajada» paraguaya?

No hay que olvidar que la masonería uruguaya es una masonería ‘’madre’’ lo que quiere decir que a partir de ella nacieron otras masonería, por ejemplo en Argentina. Por esta razón la masonería uruguaya tenía una fuerte presencia en el litoral, sin contar la fortaleza de los comerciantes que también fue notoria.

Y también tenía logias en Argentina y España, esto refiere al modo de establecimiento de la masonería. Según los cánones de la masonería, una logia o grupo masónico no puede establecerse de la nada, sino que tiene que ser apoyada por otra potencia o institución masónica. Así es como en determinado momento Uruguay respaldó las logias masónicas en Argentina y en Paraguay para luego ‘’soltarlas’’ y que estas se volvieran independientes. La logia masónica patentada por Uruguaya en Paraguay tuvo un papel destacado en la historia de aquel país y hay un dato que lo justifica, es la única logia que he registrado que posee en sus filas a tres presidentes, incluido Bernardino Caballero, figura importantísima en la historia del Paraguay.

La publicación es sobre masonería en Uruguay en el siglo XIX ¿qué queda de ese siglo en la actualidad en las logias?

Casi todas las logias fundadas en el siglo XIX continúan existiendo, lo que no quiere decir que hayan tenido una existencia ininterrumpida, es decir, en cierto momento estaban abiertas y en otros cerradas o ‘’en sueños’’ según la jerga masónica ilustrada en sus constituciones. También hay otros legados de aquella época, por ejemplo, la constitución masónica de 1882 promulgada por el entonces Gran Maestro de la masonería uruguaya, Dr. Carlos de Castro.

Su libro puede interesar a un masón, pero ¿en qué puede contribuir a alguien que no lo sea?

A entender qué es la masonería, cómo se organiza, cuáles son sus fines u objetivos y cómo se desarrolló en Uruguay. Este es el primer trabajo académico sobre masonería uruguaya, lo que no es un dato menor, ya que el lector va a encontrar sólidas teorías respaldadas por abundante e inédita documentación.

La inmigración jugó un papel muy importante en la Masonería Uruguaya ¿cómo se dio el proceso de integrar a uruguayos?

Los uruguayos siempre estuvieron en la masonería aunque en inferioridad numérica respecto a los extranjeros. Realmente no hubo problemas con la integración de los elementos nacionales, como dije la masonería uruguaya se caracterizó por su fuerte tendencia integracionista.

Usted sitúa a la Masonería Uruguaya en 1827 ¿en qué cosas influyó en la vida del país?

Pues influyó en mucho, principalmente en la introducción de las ideas liberales. Hay que destacar que Carlos de Castro, prominente masón, introdujo en la Universidad las ideas liberales de Bastiat y fue un férreo defensor de la libertad de cátedra. Pero el más importante aporte fue otorgarles a los uruguayos un lugar donde convivir sin diferencias sociales o políticas y esto último no es un dato menor, basta con analizar la historia política del Uruguay del siglo XIX donde las revoluciones estaban a la vuelta de la esquina.

El 33 es un número de la masonería ¿en qué cosas vemos a esta institución en la simbología de la construcción Patria?

El 33 es el grado máximo de la masonería uruguaya y si se puede ver en la simbología que nos rodea. Particularmente en la plaza independencia de Montevideo donde originalmente existían 33 palmeras y cuyo diseñador era masón y está registrado en el libro.

¿Por qué esta investigación? ¿Qué aportes realiza para usted la Masonería en la actualidad?

El principal motivo para hacer esta investigación tiene que ver con la ausencia de trabajos históricos rigurosos sobre la masonería uruguaya. Realmente es un campo virgen que merece ser estudiado por historiadores serios y comprometidos. Referente a los aportes que la masonería hace en la actualidad, tengo que decir que no son diferentes a aquellos del siglo XIX y se descomponen principalmente en dos: filantropía y enseñanza. Filantropía hacia personas necesitadas y enseñanza hacia sus integrantes.

Cómo fue el proceso metodológico para obtener datos en una institución que dice ser reservada y discreta?

Fue complejo el proceso de recopilación de material. Afortunadamente pude extraer muchos documentos de distintos archivos nacionales y extranjeros, principalmente del Archivo General de la Nación, Archivo de Biblioteca Nacional, Archivo del Museo Histórico Nacional, Archivo de la Curia y archivos de distintos países. No fue menor el apoyo académico y metodológico de destacados historiadores extranjeros que con sus trabajos ayudaron a elaborar teorías serias y respaldadas.

¿Qué descubrió de esta investigación que le resulte interesante destacar?

Principalmente 3. En primer lugar hay muchos mitos acerca de la masonería y la independencia del Uruguay y este libro comprueba que la incidencia de la institución masónica en dicho proceso fue casi nula. En segundo lugar la masonería no fue un grupo aristocrático u oligárquico, por el contrario en su integración se puede observar a personas de todos los estamentos sociales. Y en tercer lugar la masonería fue una escuela para muchos prohombres del Uruguay, por ejemplo para Carlos de Castro, Gabriel Pérez o Antonio Vidal.

Cómo ha sido recibido el libro?

Afortunadamente el libro tuvo excelentes críticas tanto del ámbito académico como de personas que no conocían la historia de la masonería. El libro fue recomendado por varios medios de comunicación nacionales como El País o el semanario Búsqueda. También en el interior del país la crítica ha sido muy buena, hace unas semanas presenté el trabajo en Mercedes donde concurrieron alrededor de 100 personas. Próximamente espero presentar el libro en Minas, Salto y Carmelo.

Entrevista: Elio García Clavijo

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